Barra libre contra católicos y judíos
En 2022, en España se comunicaron 82 incidentes de odio contra los cristianos, 6 contra los judíos, 5 contra los musulmanes y uno contra otras religiones
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Pedro Sánchez, el pasado miércoles, en el Congreso
Aunque Pedro Sánchez no dijera nada en el Congreso, el PSOE y Sumar han acordado derogar del código penal la protección de los sentimientos religiosos. La venta se hace enarbolando la bandera libertad de expresión, aunque después el Gobierno se empeñe en hacer todo ... lo posible para cerrar determinados medios. No se puede poner límites a la libertad de expresión, dicen, cuando los sentimientos religiosos, ¿sentimientos o creencias?, son indeterminados, subjetivos y además los ultras utilizan esta norma vigente para encarcelar a artistas y periodistas. Algunos jueces piensan que la protección está obsoleta, sólo se da en países islámicos y no es propia de sociedades plurales. ¿Estamos ante una barra libre contra los sentimientos religiosos de los católicos?
Pensemos la cuestión desde la libertad religiosa, un derecho que todos los convenios internacionales protegen. Un total de 21 de los 27 Estados miembros de la Unión Europea sancionan las ofensas a los sentimientos religiosos. Todos salvo Irlanda, Suecia, Estonia, Francia, República Checa y Croacia. Parece ser que Sánchez sólo piensa derogar el art. 525 referido al escarnio, no a los de profanación e interrupción de actos de culto. Veremos. En 2022, en España se comunicaron a la OSCE (la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), 82 incidentes de odio contra los cristianos, 6 contra los judíos, 5 contra los musulmanes y 1 contra otras religiones. Según el Observatorio para la Libertad religiosa y de conciencia se está incrementando la intolerancia religiosa en España, especialmente contra las católicos y los judíos.
Al margen de la comprensión que se tenga de las creencias, y de sus expresiones, como un bien que hay que proteger, hablamos, en el marco de la libertad religiosa, de un derecho fundamental del individuo, no de las confesiones. Hay quienes dicen que no se quedará sin protección porque está la legislación contra los delitos de odio. Lo paradójico es que se está protegiendo a todo tipo de colectivos minoritarios, mientras se hace todo lo posible para desproteger una dimensión sustantiva de la personalidad. Esperemos que esta modificación no pase en el Senado, de mayoría del PP.