Obispos y políticas migratorias
El Papa Francisco las ha colocado entre las prioridades de la Iglesia como un signo de los tiempos a los que hay que dar respuesta
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Iniciar sesiónEl mensaje cristiano será siempre signo de contradicción para las culturas. Cuando no ocurre así estamos en el escenario de la pérdida de identidad o en una simbiosis utópica. Los inmigrantes han pasado, en las últimas semanas, a protagonizar el debate político. Por ... primera vez en mucho tiempo la inmigración forma parte del 'pimpampum' de la confrontación política. El Papa Francisco ha colocado la cuestión migratoria en las prioridades de la Iglesia como un signo de los tiempos a los que hay que dar respuesta. En el contexto europeo, el fenómeno de las migraciones es uno de los síntomas más preocupantes del fracaso de una política volcada más en la protección que en la defensa de los derechos humanos.
[Todos los artículos escritos por Serrano Oceja]
Mientras no se llegue al acuerdo de unas políticas que fomenten la migración ordenada, los migrantes estarán abocados a tomar rutas inseguras que ponen en peligro sus vidas para quedar luego a merced de un sistema burocrático que abandona a las personas en la irregularidad.
Tal y como quedó claro en la rueda de prensa de esta semana en la Conferencia Episcopal, los obispos tienen un mensaje claro sobre la inmigración en el nivel de los principios. Son conscientes de que su propuesta rompe con las fáciles identificaciones entre catolicismo y derecha. En esta materia es más lo que comparten en la práctica con determinadas políticas de izquierda que con la aparente cerrazón de cierta ideología conservadora. Los obispos saben que no les corresponde ofrecer soluciones técnicas. Ahora la apuesta inmediata es reforzar la contribución de la Iglesia a la imprescindible acogida de las personas migrantes.
El portavoz episcopal insistió en que rechazaban «la instrumentalización ideológica y política y los discursos alarmistas sobre la inmigración». La acogida a los inmigrantes se inscribe dentro de la defensa integral de la vida y de la dignidad de la persona. El obispo portavoz, con cierta sobreactuación escénica, mostró su indignación con aquellos que vinculan la delincuencia con la inmigración. Saben, además, que si el Papa Francisco en algún momento se planteara visitar España, lo haría a Canarias para hablar de esto, de las migraciones.
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