el contrapunto
En este «y tú más» no hay prostíbulos
El PP pagó su propia podredumbre pasando a la oposición. Montoro ya cayó. Ahora es el turno de Sánchez
'Caza del moro' en Torre Pacheco
Sigue, Pedro, hasta aniquilar al PSOE
La primera gran traición del marianismo a sus votantes corrió a cargo de Cristóbal Montoro, que desde el Ministerio de Hacienda cargó una brutal subida de impuestos sobre las espaldas de la clase media cuando su partido había prometido bajarlos. Después convirtió la Agencia ... Tributaria en un martillo de herejes, con amenazas desde la tribuna que se traducían en inspecciones fiscales inmisericordes a cualquiera que osara levantar la voz contra él o su jefe, Rajoy. Ahora sabemos que, además de esquilmarnos y perseguirnos, tenía tiempo para impulsar políticas muy favorables a los intereses de las empresas que contrataban y abonaban abultadas facturas a su despacho, 'Montoro Asociados', después rebautizado como 'Equipo Económico'. La justicia dictaminará si estamos ante varios delitos o no, pero huele a corrupción que apesta. Un hedor que no disminuye por el hecho de que este sujeto no fuera aficionado a las chicas de catálogo ni tampoco propietario de saunas y prostíbulos como los que hicieron rica a la familia de Begoña Gómez y pagaron los pisos donde residieron ella y su marido, Pedro Sánchez, hasta su traslado a la Moncloa.
El razonamiento esgrimido por Juan Bravo en defensa del PP, consistente en restar importancia al asunto por la inexistencia de connotaciones sexuales, resulta por tanto impropio y contraproducente. Lo único que puede decirse de las conductas imputadas por un juez de Tarragona al ex ministro popular es que son repugnantes y merecedoras de cárcel, si al final se respaldan con pruebas. Establecido lo cual, sí resulta altamente sospechoso el momento en el que se ha conocido esta acusación, tras siete años de investigación secreta, justo cuando el PSOE está acorralado por los escándalos que salpican de lleno a la familia del presidente y sus colaboradores más cercanos.
No cabe duda de que Montoro brinda un argumento de oro a los sanchistas para refugiarse en el «y tú más», que por otra parte constituye su único parapeto frente al aluvión de casos, a cuál más putrefacto, que les afectan de lleno. Desde las comisiones de Cerdán al hermanísimo o el fiscal general. Desde la cátedra 'gratis total' de Begoña a las 'sobrinas' de Ábalos o sus obras amañadas con cargo al contribuyente… y lo que está por salir. Ante la imposibilidad de negar o refutar, se agarran al «y tú más» como si ello restara gravedad a sus propios cadáveres en el armario. Como si su caudillo no hubiese promovido y ganado una moción de censura bajo la bandera de la regeneración, comprometiéndose a erradicar todo vestigio de inmoralidad en la gestión del dinero público. Como si el PP no hubiese pagado su propia podredumbre pasando a la oposición, que es el único modo en que los gestores de la cosa pública asumen su responsabilidad política en democracia. Montoro ya cayó. Ahora es el turno de Sánchez.
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