visto y no visto

Los Laszlos

Recordemos la resignificación de la izquierda con el 'San Juanito' de Úbeda

Herencias naturales

17/11/2025 a las 19:11h.

Unos chorbos del Régimen se van a dar el capricho de tapar la 'Piedad de Cuelgamuros', obra de Juan de Ávalos, el único socialista que no se tapó en medio siglo de franquismo. El Gombrich de estos chorbos, una elite de lo que Gad ... Saad llama «guerreros de la justicia social», atiende por Carnicero. Salió de los recreos del 'Ramiro' con Sánchez, que lo sacó de pobre, y ahora funge de arquitecto (¿dórico, jónico, corintio, toscano o compuesto?) en lucha por la 'resignificación 'de templos católicos, para lo que cuenta con la colaboración liberalia de Pepe Cobo, el Mazarino de Sabiote.

La derechona rampante compara a esta gente con los talibanes que volaron los Budas de Bamiyán, pero tampoco es eso: no hay talibán afgano que no te sepa recitar un sura del Corán, mientras que en el grupo de chorbos de Carnicero no se ve a nadie capaz de encontrar una oración en la Biblia. En un país de alguna relevancia cultural los llamarían 'Los Laszlos', en tributo (¡banda tributo!) al geólogo austrohúngaro Laszlo Toth, el tipo que el día de Pentecostés de 1972 destruyó a martillazos la 'Pietà' al grito de «¡Soy Jesucristo!», lo que le valió dos años de visita a un psiquiátrico, que es bastante menos de lo que estuvo Panero en Mondragón por decir en el 'Jot Down' cosas como que «en España se puede mentir, robar y asesinar… ¡pero ay de aquellos que meen en la calle!»

—Hombre, tampoco es para ponerse así. Después de todo, Juan de Ávalos no es Miguel Ángel Buonarroti –te dicen los liberalios de los de negroni en astillero, adarga antigua, rocín flaco y 'leuro' corredor.

Vamos, que la 'Piedad de Cuelgamuros' no es la 'Pietà' del Vaticano (por cierto, única obra que Buonarroti firmó: lo hizo de noche y corriendo, en el cinto que cruza el pecho de la Virgen, para disipar los rumores injuriosos de que la escultura era obra de un tal Gobio, milanés, que es como, aprovechando el actual 'zeitgeist' de la locura, correr la voz de que el Partenón es obra de Carnicero el Resignificador). Madame de Staël aprendió que en las crisis políticas a la piedad se la llama traición. En esta crisis política que es la 'resignificación' de un templo ¿por qué nuestros Laszlos, que, si pudieran, 'resignificarían' en el techo de la Sixtina 'La creación de Adán' de Miguel Ángel con el gotelé de Barceló en la sala de los Derechos Humanos en la ONU, respetarían la 'Pietà'? Gombrich: «Uno de los mayores milagros del arte es el de cómo llegó Miguel Ángel a hacer del toque de la mano divina el centro de la pintura y cómo nos hizo ver la idea de omnipotencia mediante la facilidad y el poder de su ademán creador».

Veinticuatro años tenía Buonarroti, para quienes vean en Carnicero un caso de artista prodigio, cuando ni siquiera es pionero en 'resignificancias': ahí está la resignificación que en el 36 hizo la izquierda con el 'San Juanito' de Úbeda, única obra de Miguel Ángel en España, regalo de Cosme de Medici al secretario de Carlos V.