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UNA RAYA EN EL AGUA

Síndrome liberticida

La viabilidad de una ley de censura es muy escasa. Pero el proyecto retrata a un líder en alarmante enajenación autocrática

Bilateralidad unilateral

Mediación de parte

Ignacio Camacho

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Llamar plan de regeneración democrática a un proyecto de leyes-mordaza parece una poco sutil broma literaria de algún aficionado a la 'neolengua' de la distopía orwelliana. Pero los guionistas de Moncloa se atreven a eso y a lo que haga falta, seguros como ... están de que los defectos y errores del jefe que les paga se arreglan a base de propaganda. Un Gobierno que ha sufrido en lo que va de mandato más de treinta derrotas parlamentarias no parece muy en condiciones de intimidar a nadie con esta clase de amenazas. Más allá de la degradación institucional que representa la simple presentación de un programa de censura oficial no hay motivos reales de alarma; las iniciativas de ese 'paquete' que puedan salir adelante serán escasas y no van a cambiar sustancialmente nada. Quedan la intención y el ruido, que es de que lo que se trata: el intento de trasladar a la opinión pública más cercana la idea de que Sánchez y su familia son víctimas de una conspiración judicial y mediática. Un argumentario que sitúa al presidente en la órbita autoritaria de sus desacreditados colegas de Turquía, Hungría o Eslovaquia.

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