EDITORIAL

Una excusa pobre para no estar en la tribuna del 12-O

Entre lo institucional y lo populista, Abascal eligió lo segundo el Día de la Fiesta Nacional

La excusa de «para no blanquear a un Gobierno corrupto» –que alega Santiago Abascal para no asistir al desfile del 12-O desde la tribuna oficial ni a la recepción posterior que da el Rey en el Palacio Real– se antoja demasiado pobre ante ... el evidente desdén a un acto que preside el Rey, jefe de los Ejércitos, protagonistas indiscutibles del arranque del Día de la Fiesta Nacional. El Gobierno es un invitado más en ambos actos. El líder de Vox olvida que representa a una parte importante de la nación y que tiene un lugar reservado en la tribuna institucional del desfile, tribuna a la que tampoco acuden los líderes de los partidos independentistas, nacionalistas o de ultraizquierda que por una razón o por otra están contra la efeméride. Abascal, tras comunicar a la Casa del Rey su no asistencia a ambos actos, formará parte de los ausentes de ese lugar oficial y ha preferido buscar un baño de masas siguiendo el desfile junto a otros ciudadanos. Entre lo institucional y lo populista, eligió lo segundo.

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