Fondo y forma

Rebeca Argudo, columnista y colaboradora del periódico, y autora de la entrevista, se muestra sorprendida por las reacciones de los lectores ante un contenido que piensa que «pese a ser liviano, tiene calado». «La actriz estrena una obra de teatro en Madrid, lo que nos da la percha informativa», explica la redactora. Sobre sus declaraciones, Argudo reconoce que «no me gusta dirigir a los entrevistados para no predisponerlos ni prejuzgarlos». Y mientras que señala que «nada más lejos de mi intención que despertar la ira de nadie» apunta la paradoja de «que se caiga en un pecado capital mientras se protesta porque alguien habla de ellos».

La entrevista en cuestión se publicó en una sección de reciente creación, 'Los pecados capitales de' que, como explica Jesús Calero, director de ABC Cultural, tiene «una apariencia ligera, un tono jocoso, pero una coherencia interna que le da valor». Cree que hay que «educar en la necesidad de escuchar también a quienes piensan o viven de maneras distintas, al tiempo que aceptamos que cualquiera es más que sus faltas y pecados». La sección, añade Calero, «ofrece un 'selfie' muy humano» con la excusa de una apariencia liviana. Calero piensa que «este tipo de personajes y declaraciones también pueden tener espacio en el periódico» y anima a poner en perspectiva la sección, que esta semana, por ejemplo, ha entrevistado a Juan Manuel de Prada y, por lo que puede leerse en los comentarios en la edición digital, ha suscitado la envidia de los lectores por la brillantez de «su mente y su prosa».

Argudo me apunta, como contexto, la novela de Wenceslao Fernández Flórez 'Las siete columnas', en la que se defienden las pasiones como motor de la acción humana y, por ende, pilares que ayudan a explicar los comportamientos que marcan el devenir de la sociedad. Curiosamente, el libro de Fernández Flórez tampoco estuvo exento de polémica pese a ser distinguido con el premio Nacional de Literatura. El autor dedicó un tiempo y un esfuerzo inusitados a explicar durante años que, en la que fuera su novela más exitosa, no pretendía loar los pecados capitales, sino que, remitiéndose al propio texto y como declara el protagonista en el capítulo 5, «resulta diáfano lo que yo he querido afirmar: que somos así, pero que no debemos ser así». Pienso que el apunte de la colaboradora es acertado para entender lo que se busca con estas entrevistas.

Pensando en el enfado de los lectores que consideran inapropiadas estas declaraciones, quizá cabe pensar en la necesidad de dar contexto a algunas decisiones que se toman sobre el contenido o la estructura del periódico. Mientras que no es razonable exigir que se explique la elección de un entrevistado ni los temas a cubrir, sí puede ser oportuno dar a conocer, por ejemplo, lo que subyace en una nueva sección como esta, que puede tener sentido y ser apreciada por los lectores como lo que pretender ser: una manera de atender a las realidades humanas, muchas veces dramáticas, a través de una óptica que permita esbozar una sonrisa. Si se considerara que el papel puede ser excesivamente costoso para estas explicaciones, la versión digital podría ser adecuada para aportar una pauta de comprensión al lector sobre el contenido al que accede.

Cuando el fondo no es bien entendido por los lectores puede atribuirse a divergencia de opiniones, pero quizá se deba en ocasiones a que la forma es susceptible de ser mejorada.