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ANTIUTOPÍAS

El comercio con los fantasmas

Enriquez ha dado con una fórmula nueva para hablar de la realidad latinoamericana

El dilema de María Corina Machado

Gabriel Boric, entre la realidad y la poesía

Carlos Granés

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Es imposible definir qué es la buena literatura y mucho menos dar con la clave secreta que garantiza una buena pieza, un buen libro. Kafka diría que es el comercio con los fantasmas, y yo rebajaría su definición comparándola con un milagro igualmente improbable, ... un buen Dry Martini. Palabras que filtran la realidad con una temperatura, un tinte o un aroma específico, a veces único, y que al leerlas reconstruyen algo que se parece al mundo pero que no lo es. Porque la literatura además es una paradoja. Niega la realidad y la aviva. Como el fuego, alumbra la noche en la que vivimos, y abre puertas secretas a la periferia, a los sueños, a los instintos, a los puntos ciegos desde donde se recorre el mundo de forma distinta. El paseo es grato y provechoso si hay literatura. De lo contrario es una pérdida de tiempo.

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