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sin punto y pelota

Un país sin mantenimiento

Colgado de una catenaria les hubiera gustado a miles de españoles ver este martes a Óscar Puente

«Compliance», dijo

Que se rompan las familias

Berta González de Vega

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Viajar en tren era algo muy aburrido en el mejor sentido, tipo Suiza, vamos. La alta velocidad española sólo suscitaba debates colaterales, si hacía falta tanto tren veloz para jubilados sin prisa, si nos lo podíamos permitir cuando en países más ricos no soñaban con ... tanto kilómetro de ferrocarril de alta gama. La única aventura, impresentable, era la web de Renfe. Pero llegó la bendita competencia hasta que vino la incompetencia en las vías. Qué lejos aquel recuerdo de viaje en Acela Boston-Nueva York escuchando a dos ejecutivos costa este hablar con admiración de los trenes españoles. La llegada del AVE a Málaga fue un pulso duro por la medalla entre dos pesos pesados de las esencias malaguitas con toque de merdellonas: Celia Villalobos y Magdalena Álvarez. Después, Ábalos y Óscar Puente las dejaron de altas damas.

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