BALA PERDIDA

España del 'Un, dos, tres'

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos; pero un poco sí

Babel con bable (13/9/2023)

23/09/2023
Actualizado a las 19:45h.

Vuelve el 'Un, dos, tres', pero en un canal no convencional, y no sé yo cómo se le ha despistado a las teles de siempre incluir en su menú este concurso alegre y de éxito, ahora que Felipe González anima los telediarios, Josu Ternera ... los documentales, y Bosé es de nuevo Bosé, aunque un poco abuelo de sí mismo, con barba y todo. Eso, abreviando. Quiero decir que España se anima mirando atrás, y ahí está el invento de Chicho Ibáñez Serrador, que van a reponer para verse en el móvil, con dirección de su hijo. Las teles nos están retransmitiendo los ochenta, y alrededores, y se han olvidado de resucitar además el 'Un, dos, tres', que además daría mucha amenidad renovada en las redes, desde el atareado feminismo, porque en aquel plató había mucho cancán de muslos de azafatas, y eso ahora sí que no. Aquella azafatas eran el talento de gafas inútiles y minifaldas emocionantes. Las gafas casi eran más grandes que la falda escueta de vuelo, que era más vuelo que falda. Igual los españoles iniciamos la cátedra de mirones de buenas piernas con las chavalas de este concurso, que ahora que lo pienso, al trote de la prosa, más bien ni llevaban minifalda. Eramos unos mirones domiciliares, veniales y conyugales que adorábamos a aquellas minifalderas como si fueran extranjeras. Y luego dicen que la tele no promueve la imaginación. Al menos, la tele de entonces, cuando éramos jóvenes, felices e indocumentados. No sé yo cómo los de la tele se han quedado dormidos, sin pensar un momento en la vigencia del 'Un, dos, tres', mientras se debate el espíritu de la Santa Transición, y Julio Iglesias vuelve a los informativos, por su cumpleaños, y Alfonso Guerra entra en titulares al cruzar la política con la peluquería. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Pero un poco sí. Porque nos va rodeando una tribu del recreo de entonces, una recopilación de los clásicos del futuro de la memoria. Falta el 'Un, dos, tres'. Cuando lo echaban por la tele era una acampada familiar, como un cumpleaños sin cumpleaños, como una Champions de variedades. Como un porno para todas las edades.