Suscribete a
ABC Premium

CABEZA FRÍA

Menos lobos, Puigdemont

¿De verdad nos creemos que el fugado puede regresar y acabar en una celda de once metros en Estremera sin saber cuándo podría salir?

A mí que me amnistíen

El Rey afianza su recuperación de terreno en Cataluña

Ana I. Sánchez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El sorprendente anuncio de Gonzalo Boye respecto a que Puigdemont está dispuesto a regresar y asumir el riesgo de ser detenido ha focalizado el arranque de la precampaña catalana y ha disparado los nervios en los cuarteles generales de ERC y PSC. Y eso, ... darle un golpe al tablero, es la especialidad del expresidente catalán; el mismo que declaró la independencia de Cataluña y la suspendió ocho segundos después. Introducir en el debate colectivo la posible imagen del fugado esposado, en un furgón policial o en una celda de Estremera es una jugada efectista para descolocar a sus adversarios, revolver el caldero independentista, y marcar el debate. Con este movimiento, Puigdemont deja claro que va a explotar su capacidad única para poner contra las cuerdas al Estado frente a la gestión –secesionista, pero gestión al fin y al cabo– que se centrará en vender Pere Aragonès de cara al 12M.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia