Cabeza fría
El fiasco de Yolanda y la entrada de Alvise: no todo es bipartidismo
Las europeas de hoy afectarán a la política nacional más que las catalanas
Puigdemont, a la desesperada
Teresa Ribera, candidata fake
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Iniciar sesiónSi nos fiamos de las encuestas y del ambiente que existe en los cuarteles generales de los partidos, el PP ganará esta noche las elecciones europeas. La idea del empate técnico entre populares y socialistas que Ferraz ha intentado cebar en los últimos días ... es desechada con media sonrisa por algunos de los pocos cerebros serios que quedan en el partido, como una invención más de la sala de máquinas sanchista. Ya saben, aquello que decía Carmen Calvo de que hay que utilizar las palabras para crear realidades. Y la pregunta, la gran pregunta que más se repite en las sedes de los dos grandes partidos sigue siendo la misma que al inicio de la campaña: ¿cuál será la ventaja que Alberto Núñez Feijóo le sacará a Pedro Sánchez?
De esa respuesta dependerá todo. Desde el futuro del Gobierno hasta el porvenir del líder de la oposición porque los comicios de hoy, siendo 'solo' europeos, son los que más influencia tendrán sobre el tablero político nacional desde el 23J. Paradójicamente, más que los catalanes, aunque estos fueron mucho más mediáticos.
Una victoria del PSOE sobre el PP en la tierra de Carles Puigdemont no tenía capacidad de someter a debate la capacidad de Alberto Núñez Feijóo para llegar a La Moncloa. Pero si este domingo los populares ganan a los socialistas por una diferencia exigua tras la amnistía, el inagotable caso Begoña y los manejos de Koldo, indudablemente se abrirá el debate sobre si el líder popular es realmente capaz de expulsar a Pedro Sánchez de La Moncloa. Del mismo modo, la victoria de los socialistas en Cataluña tampoco era suficiente para adelantar las generales. Pero un triunfo raspado de los populares este domingo sí puede mover al líder socialista a llamar a las urnas.
La respuesta de la que depende todo, depende a su vez de varias cosas. No solo del resultado del PP y del PSOE sino de los votos que saquen los partidos que están en cada bloque. Exactamente igual que en unas elecciones generales. Y es que esta noche no va a importar tanto la comparativa con los anteriores comicios europeos como la extrapolación del resultado al Congreso de los Diputados. O, dicho de otro modo, intentar averiguar si un adelantamiento electoral permitiría reeditar el gobierno Frankenstein de la legislatura pasada. Esto es, sin Puigdemont. O si, de lo contrario, provocaría que La Moncloa acabara en manos de PP y Vox. La primera hipótesis es la que busca Pedro Sánchez y la segunda la pretende Núñez Feijóo.
Una y otra dependen, como decía, de lo que pase en cada bloque. Si volvemos a fiarnos de las encuestas y Sumar se desfonda dramáticamente alumbrando una nueva división del voto en la izquierda hacia Podemos, Sánchez lo tendrá difícil para convocar elecciones generales porque con una competición entre tres fuerzas podría no alcanzar el resultado que la coalición sacó el 23J. En la derecha, Vox parece aguantar, pero si puede sumar una mayoría absoluta con el PP dependerá de Alvise Pérez. El cambio de ciclo sigue sin depender exclusivamente del bipartidismo.
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