el batallón
«Apenas un par de casos...»
Aquel vaticino de Simón, el portavoz del Gobierno en la pandemia, se tradujo dos años después en cerca de 100.000 muertos por Covid
'Sanchettes' e 'Illettes'
Una gran familia
Si la Generalitat valenciana minusvaloró la emergencia aquel día de finales de octubre que venía cargado de agua, barro y muerte (que lo hizo), cómo calificar aquel «en España esperamos apenas un par de casos diagnosticados», de Fernando Simón, pronunciado cuando desde diciembre se ... venía hablando del famoso pangolín de Wuham y en vísperas de ese turbión de dolor, padecimientos y adioses prematuros que se nos venía encima, con esas morgues improvisadas, con los pasillos de los hospitales atestados, con el personal de enfermería disfrazado con bolsas de basura porque no había EPI suficientes para evitar los contagios... En fin, con esa degollina que supuso la terrible pandemia. Aquel «en España esperamos apenas un par de casos diagnosticados» de Simón se convirtió dos eneros después en más de 92.000 cadáveres, aunque se calcula que los muertos por el Covid fueron al menos un 20 por ciento más, toda vez que el exceso de mortalidad de aquellos meses (comparado con un mes estándar prepandemia) superaba con mucho la cifra del conteo que hacía el Gobierno de Sánchez.
Se cumplen cinco años y parece que lo hubiésemos olvidado todo. Ocurre con las peores pesadillas. Bueno, la izquierda sigue utilizando los muertos y el dolor de aquellos tristes días, empeñada en sentar en un banquillo de La Haya a Díaz Ayuso a cuenta de lo ocurrido en las residencia de ancianos en Madrid, que más o menos es lo que venía ocurriendo en todos lados. Olvidamos aquella irresponsabilidad de «en España esperamos apenas un par de casos diagnosticados» de Simón, como hemos olvidado los tres rejones que el Tribunal Constitucional le puso a los dos estados de alarma y al cierre ilegal del Parlamento decretado por Sánchez. Hemos olvidado asimismo cómo Marlaska sacó a un general de la Guardia Civil para amenazar al personal persiguiendo las críticas al Gobierno. Y hemos olvidado «el comité de expertos» de Salvador Illa (el 'pacificador de Cataluña') que determinaba los cierres perimetrales, que resulta que nunca existió, que era un enorme bulo lanzado desde el Gobierno y que se sospecha que en realidad lo formaban el genio sanitario de «en España esperamos apenas un par de casos diagnosticados» y otro de allí, en contacto permanente con un despacho de La Moncloa para decretar cierres a capricho.
Y las mascarillas, claro. Que por ahí andaba Koldo, la mano derecha de un tipo que, entre amiguita y amiguita, se sentaba en la mesa del Consejo de Ministros, el primer sanchista que hubo después de Begoña, el hermano músico e Iñaki el arquitecto. Hablamos de Ábalos, desde cuyo ministerio se hacían negocios ilícitos a cuenta del sufrimiento de los españoles, donde Koldo se estaban forrando con la venta de mascarillas después de que Illa, 'el pacificador de Cataluña' decretase que eran obligatorias. Corría mayo de 2020, mes y medio después de que Simón y el propio Illa desaconsejasen totalmente su uso en personas sanas.
Cinco años ya, pues, de aquel imprudente «en España apenas esperamos un par de casos diagnosticados». Y luego hablan de irresponsabilidad...
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