«Los escoltas de Aznar casi han de correr con mínima olímpica»
Bernardino Lombao, preparador físico del ex presidente del Gobierno y empresario
Hoy no viene de entrenarse con su pupilo José María Aznar, como cada mañana ...
-Porque está en Washington. Precisamente me ha llamado para contarme que en su último entrenamiento ha corrido veintiún kilómetros junto al río Potomac.
-¿Qué me dice? ¿Es ... que ese hombre no baja la guardia nunca?
-Jamás. Se machaca igual esté en España o fuera. Hace un par de días me envió un mensaje al móvil: «Central Park, 10 kilómetros: 45 minutos y 14 segundos». Y yo le contesté: «Ya está bien de pasear, joder, a ver si corres». Él ha incorporado el ejercicio a su estilo de vida, y, además, es extraordinariamente disciplinado. Por eso tiene la forma física que tiene, y por eso antes no sabía nada de inglés y ahora lo domina. En Georgetown ya no solo pronuncia conferencias, que al fin y al cabo se pueden leer. También imparte cursos de posgrado.
-Dejemos esa encomiable faceta intelectual para otro momento. ¿No se pasó el ex presidente cuando le soltó a Bush lo de «corro diez kilómetros en cinco minutos y veinte segundos»?
-Ya se aclaró en su momento que se refería al tiempo medio por cada kilómetro. El hecho es que su estado de forma, que entonces era bueno, ha ido a más y hoy es espectacular. Impresionante.
-Por eso suele decir usted que ahora es él quien le entrena.
-Como que a veces le tengo que acompañar en bicicleta. Y los escoltas tienen que dar casi mínimas olímpicas para seguir su ritmo. Hoy, físicamente, Aznar machacaría a Bush y a cualquier otro político de España y del mundo. Es un atleta que está para correr una media maratón sin ningún problema.Y eso que cuando empezamos a trabajar juntos, hace ya quince años, se moría a los diez minutos...
-Fumaría, por aquel entonces.
-¡Y fuma ahora! Puros.
-¿Lo de sus miles y miles de abdominales es leyenda urbana?
-No. En la última Nochebuena alcanzamos los 3.150. Está preparado. Y le gustan mucho esos ejercicios a los que llamamos «lombardinos»: abdominales con pesas de veinte kilos.
-No da la sensación de que Ana Botella siga el hercúleo ejemplo de su esposo.
-Cada uno es como es...
-Tengo entendido que Zapatero se mosqueó con usted.
-Coincidí con él en un acto deportivo en el INEF y cuando me saludó le dije: «Aquí Lombao, entrenador de presidentes». «Te conozco muy bien», saltó, y me reprochó que yo hubiera comentado de él que era una miseria física. Se puso como loco, como un pirado. Dijo que tenía que rectificar eso y hablar con más conocimiento de causa. ¡Lo tenía clavado!
-Al todavía presidente se le ha fotografiado haciendo «footing» con David Cameron.
-Y no sé cómo su gente consintió la difusión de esa imagen. En mi opinión, es imprescindible que los políticos de alto nivel estén en buena forma, porque, con tantas tensiones y tanta presión, o haces ejercicio o te dopas. No hay otra manera de rendir.
-¿A Rubalcaba lo ve en forma?
-No, está mal. Hace poco hablamos y le dije: «Veo que no has cogido un gramo», y él contestó: «Pero estoy hecho una ruina». Fue atleta, pero ya no lo es.
-Está usted como una rosa, con 73 años, y ha hecho ocho veces el pino para la foto de esta entrevista. ¡Denos su receta ya !
-A determinada edad, la sociedad nos tiene marcados, cuando ahora existen tres etapas en la vida: hasta los 35 años, hasta los 70 y hasta los 105, tope que podemos alcanzar con un estilo de vida adecuado. Porque no nos damos cuenta de que tenemos solo un cuerpo y hemos de prepararnos para esa etapa. Gente de mi edad toma veinte pastillas diarias, y eso es lo que hay que evitar. A mí me dicen : «Qué buena genética tienes». Y de eso nada. El triángulo que lo destruye todo es el sedentarismo, el sobrepeso y el estrés.
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