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Tribuna abierta

La Corona y la democracia en España

«La Constitución y el sistema democrático derivan de la Corona y, de forma menos inmediata, de la Ley de Sucesión que, paradójicamente, la misma Constitución deroga»

Tomás Salas

El paso de un sistema político autoritario a una democracia no se da en España, como en otros países, en forma de ruptura, sino de reforma legal. Aquella famosa fórmula atribuida a Fernández Miranda, «de la ley a la ley», resume bien el espíritu de ... este cambio histórico. En efecto, las Leyes Fundamentales dan paso a la Ley para la Reforma Política y, de ahí, al actual statu quo. No hubo ruptura. Ni siquiera hubo unas Cortes Constituyentes que hicieran un debate abierto sobre la Constitución, como sí lo hubo en la II República que, por otra parte, tampoco fue un modelo de rigorismo legalista. A veces me he preguntado si hombres como Fernández Miranda, Fernández de la Mora o López Rodó, los que impulsaron el paso a la Monarquía y lo que se llamó la «institucionalizacion del Régimen» (establecer unas instituciones y leyes que le dieran al sistema una solidez y continuidad más allá del personalismo) querían una democracia como la que hay hoy en España. Me parece que no. Aquel largo proceso se resume en el título de las memorias de López Rodó: «La larga marcha hacia la Monarquía». Lo que todos estos hombres buscaban -incluido Carrero, el máximo valedor de todos ellos- era la restauración de la Monarquía en España. La democracia podía ser la parte adjetiva, pero la parte sustantiva de este cambio era la Corona.

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