Suscribete a
ABC Premium

Postales

L. H. Oswald vive

Nada más lejos de mi ánimo que atribuir a desequilibrio mental la orgía de crímenes o a una causa política o racial

José María Carrascal

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Lee Harvey no murió en Dallas en noviembre de 1963, tras haber asesinado al presidente Kennedy, sino que aún vive. No sólo vive, sino que se multiplica a lo largo y ancho de Estados Unidos, esparciendo su furia y odio alrededor sin otro sentido que ... el de deshacerse de los demonios que le atormentan. Los dos últimos L. H. Oswald han sido Patrick Crusius y Connor Brett, que en sendos ramalazos de violencia, el uno en El Paso, Texas, el otro en Dayton, Ohio, se llevaron por delante a 22 y 9 vidas, respectivamente, más docenas de heridos, sin conocer a la inmensa mayoría. De su locura criminal habla que entre las víctimas del segundo estaba su propia hermana. ¿Qué les une a Oswald? Pues bastantes cosas. Son jóvenes, con problemas de contacto con los demás, solitarios por tanto y propicios a la violencia, lo que les trajo roces con la ley. Posiblemente se sentían, más que incomprendidos, infravaluados, «alguien que aprende rápido, ansioso de destacar académicamente», se definía a sí mismo Connor, que trabajaba en un restaurante. Que, con 17 años, hiciera la lista de «condiscípulos a los que quisiera matar y de condiscípulas a las que quisiera violar» advierte de su frustración. Por su parte, a Patrick le describen cuantos le conocían como «irritable y explosivo», lo que no hace falta ser psicólogo ni psiquiatra para clasificarle de resentido contra el mundo y los demás. Únanle la facilidad de obtener armas en Estados Unidos, y no armas cualesquiera, sino de combate, capaces de disparar decenas de proyectiles por minuto, y tendrán una combinación explosiva. Y tampoco hace falta ser un experto para decir que nunca debieron caer en sus manos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia