Nadie se cree a Nadia, ¡ni ella misma!

El caso es que la propia Nadia se enmienda a sí misma. Eso sí, en ‘off, y por fin se baja del burro aunque sea sobre el papel, porque los números no le salen, para aportar así la primera señal compatible con el reconocimiento de un contexto de desaceleración económica en España tras semanas y semanas de mensajes optimistas y de ir presumiendo allá donde fuere de ser una de las economías que más crece de Europa. Y, por cierto, ¿en Europa qué? Alucinan con ella. Los hombres de negro no dan crédito porque en ‘on’ sigue sin querer admitirlo. Pues... créame ministra, más vale una roja que ciento amarilla, porque prolifera el suma y sigue y al final se tendrá que tornar usted poco menos que en púrpura. Ayer mismo -decía- fue el FMI quien completaba hasta ahora la batería de correcciones masivas de previsiones que sufre la economía española y que, a la vez, supone una enmienda a las estimaciones del Gobierno al revisar sus cifras por segunda vez en solo dos meses. Ahora, estima que el PIB apenas repuntará un 4,6% este año y un 5,8% el que viene.

Y es que en esto Calviño, de cara al público, no da su brazo a torcer como tampoco lo da el Gobierno al alimón con la dichosa inflación, de la que dicen tozudamente que será temporal, nada de estructural. Además, lo explican para los no leídos, esto es, el resto de ciudadanos españoles. De hecho, el presidente Sánchez -¡en su feliz burbuja!-, dando una lección magistral más de Economía, que para eso es -dice- Doctor en ídem, nos ilustra a los mortales: «si descuentas la inflación de la inflación, no hay inflación». ¿Cómo? ¡Y si mi prima tuviera ruedas sería una bicicleta! por ejemplo ¿no?