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Vidas ejemplares

El partido gandul

El populismo neocomunista se ha retratado al tener que pasar de las musas al teatro

Luis Ventoso

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Hablando en plan barra de bar, ahora que están cerradas, podríamos decir que la principal diferencia entre el liberalismo y el marxismo -y sus derivados- es que el primero asume a las personas tal y como son, mientras que el segundo se inventa un ser ... humano angelical que no existe, más interesado en el bien común que en el personal. La segunda característica del socialismo doctrinario es que se presenta como una ideología que solventará todos los males y creará un paraíso en la tierra. En su encarnación clásica, el invento ha acabado siempre en represión y mediocridad económica, o pura miseria. En su versión tuneada y populista del siglo XXI suele concluir en incompetencia, demagogia intransigente e intentos más o menos exitosos de desestabilizar las democracias liberales.

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