Sala de máquinas
La manta y el ventilador
Bárcenas se fue ayer tarde al juzgado de Manuel García Castellón con el ventilador que se compró justo después de que su mujer entrara en prisión, algo que le llevó a romper su pacto de silencio con el PP. Le precede Luis Roldán, aquel que ... amenazó con tirar de la manta tras ser retratado en calzoncillos en mitad de una fiesta loquísima. Pero, tras muchas bravatas, Roldán no encontró manta alguna contra el felipismo y el molinillo del extesorero popular, convertido en arma justiciera contra su partido, aparenta mucho y ventila poco. Lo último es que vio a Esperanza Aguirre coger 60.000 euros de una constructora, sin otra evidencia que su propia palabra. ¿Cabe la posibilidad de que Bárcenas mienta descaradamente sobre sus delitos y diga la verdad respecto a los de los demás? Sí cabe, pero el testimonio pierde mucho valor; hace falta algo más que una acusación sin pruebas, sin documentos y sin más corroboración que la de un reo al que le pesa tanto la sed de venganza como la necesidad de echarle los muertos a otros.
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