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ETA se llama Sortu

La supuesta institucionalización de la política abertzale es una táctica para el logro de los objetivos de la banda terrorista, como en su día lo fue el pacto de Estella con el PNV

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La izquierda proetarra mandó ayer un mensaje inequívoco: no condenará la violencia de ETA, ni renunciará a los objetivos políticos de la banda terrorista. El congreso de Sortu en Bilbao, de gran importancia para fijar su presencia política en los próximos años, ha sido inequívoco ... en sus resultados. La formación abertzale confirmó a Arkaitz Rodríguez en la secretaría general e incorporó a su dirección a David Plá y Elena Beloki. Rodríguez fue condenado por integración en ETA; Pla fue el último jefe de ETA y leyó el anuncio del cese de su actividad terrorista; Beloki es una veterana de la organización terrorista, dirigió su actividad internacional y fue condenada a 13 años de cárcel. Con estas decisiones, Sortu, que es la formación central de la izquierda abertzale coordinada por Arnaldo Otegi, deja claro que es la continuación de ETA en el plano político, sin matices ni edulcorantes. Los ‘pasos’ dados en 2021 por Otegi y los presos con el reconocimiento del daño causado por la violencia de ETA y con el compromiso de no celebrar más ‘ongi etorri’ a los presos excarcelados han sido otra estafa que engañó a los que siempre están dispuestos a dejarse engañar por los proetarras. Por eso, Sortu acoge ahora a Pla y Beloki en su dirección y homenajeó a Mikel Albisu ‘Antza’, entre otros gestos de su auténtica voluntad de mantener vivo el recuerdo de ETA como una organización armada que usó legítimamente la violencia.

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