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Caudillismo y propaganda

El acto de destrucción de armas de etarras fue diseñado por Moncloa para limpiar la conciencia del PSOE por sus pactos con Bildu y para hacer creer que es Sánchez quien acaba con ETA

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Cómo no será el desagrado general con la política propagandística del Gobierno que en el intento de Pedro Sánchez por perpetuar la falsa imagen de ser el presidente que enterró simbólicamente a ETA, destruyendo su armamento, ningún otro presidente de la democracia quiso acompañarle en ... este gesto de soberbia y egocentrismo. Sánchez presidió ayer en un cuartel de la Guardia Civil de Madrid el acto físico de destrucción, por aplastamiento, de casi 1.400 armas intervenidas principalmente a ETA a lo largo de su historia. Sin embargo, representantes de colectivos de víctimas del terrorismo como Covite o Dignidad y Justicia no asistieron, y la AVT lamentó la insuperable contradicción moral de Sánchez porque no deja de ser el líder de un partido que se apoya en Bildu para aprobar normas en el Congreso, que corteja a un terrorista como Arnaldo Otegui, y que está fulminando la política de dispersión de presos etarras.

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