La Iglesia polaca dice que las acusaciones contra Juan Pablo II son «sesgadas» y pide «no destruir su legado»
El presidente de los obispos recuerda que «ser pastor en tiempos de la división entre Occidente y el bloque soviético significaba afrontar desafíos difíciles»
Acusan a Juan Pablo II de haber encubierto abusos de tres sacerdotes cuando era arzobispo de Cracovia
Corresponsal en el Vaticano
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión«Los polacos deben recordar la bendición que la Providencia nos dio con este Papa. Hago un llamado a todas las personas de buena voluntad para que no destruyan el bien común y el legado que Juan Pablo II nos ha dejado», ha solicitado ... este jueves el presidente de los obispos polacos, Stanisław Gądecki, en su primera declaración pública tras las acusaciones de encubrimiento de abusos lanzadas contra Juan Pablo II.
En respuesta a las reacciones viscerales que suscitaron en el país dos investigaciones periodísticas sobre los años de Karol Wojtyla como obispo de Cracovia, en el comunicado de la Conferencia episcopal polaca, Gądecki recuerda por una parte que «defender la santidad y la grandeza de Juan Pablo II no significa decir que no podía cometer errores», y que «ser pastor de la Iglesia en tiempos de la división de Europa en Occidente y el bloque soviético significaba afrontar desafíos difíciles». Una primera clave es no juzgar el pasado con los criterios del presente.
«Debemos ser conscientes de que en ese momento, no solo en Polonia, había leyes diferentes a las de hoy, la conciencia social y las formas habituales de resolver problemas eran diferentes», lamentó. Aparte de la legislación canónica, también en la legislación civil, muchos actos que actualmente son considerados abusos y agresiones, eran presentados «actos obscenos».
Benedicto XVI, el Pontífice que impuso la «tolerancia cero» con los abusos sexuales
José Ramón Navarro-ParejaFue el primer Papa en reunirse con víctimas de abusos y también se significó en apartar a los clérigos implicados, sin distinción de su rango
Por otra parte, Stanisław Gądecki añade con cierta amargura que «el Papa polaco fue y sigue siendo un punto de referencia moral, un maestro de la fe y un intercesor en el Cielo para millones de polacos» y que por eso, «los intentos de desprestigiar su persona y obra, bajo el pretexto de la preocupación por la verdad y el bien, son escandalosos».
Szokujące są próby zdyskredytowania Karola Wojtyły, podejmowane pod pozorem troski o prawdę i dobro. Autorzy tych dyskredytujących głosów podjęli się oceny jego osoby w sposób stronniczy, często ahistoryczny - podkreśla abp Stanisław Gądecki https://t.co/K0CFKpB4Wv pic.twitter.com/tu9Xao1Y6v
— Opoka (@opokapl) March 9, 2023
Se refiere al libro «Máxima culpa. Juan Pablo II lo sabía», del periodista Ekke Overbeek, y a la investigación «Franciszkańska 3» del periodista Michal Gutowski emitida el lunes en el canal polaco TVN24. Éstas abordan a través de documentos de la policía secreta polaca y testimonios de víctimas, cómo Karol Wojtyla habría afrontado tres casos de sacerdotes cuando era arzobispo de Cracovia, entre 1964 y 1978.
La tesis de los reporteros es que Wojtyla conocía los tres casos, pero no tomó suficientes medidas contra los delincuentes. Por ejemplo, publican la carta que envió al arzobispo de Viena recomendando a uno de ellos, para que fuera acogido en Austria, sin mencionar que había sido acusado de abusos. Defensores de Juan Pablo II dicen que pudo haberle avisado por otras vías para no comprometerle.
Otra carta publicada en diciembre de 2022 contrasta con las acusaciones, pues en ella el futuro Papa escribe a uno de los sacerdotes, que había sido condenado a dos años de cárcel, que aunque esa pena ya sustituía el proceso canónico, «el abandono de la pena por parte del tribunal eclesiástico no anula el delito ni expía la culpa. Todo delito debe ser castigado».
Documentos creados por los Servicios de Seguridad
El presidente de los obispos polacos ha lamentado este jueves que «han evaluado a Karol Wojtyła de una manera sesgada, a menudo ahistórica, ignorando el contexto, reconociendo acríticamente documentos creados por los Servicios de Seguridad como fuentes creíbles». Además, «no han tomado en cuenta los informes y estudios existentes que muestran las palabras y hechos» de Juan Pablo II.
También otros historiadores han invitado a los reporteros a presentar sus conclusiones como parciales, pues no tienen en cuenta las presiones que se ejercían sobre sacerdotes y obispos a través de operaciones de descrédito, durante los años de comunismo en Polonia. En paralelo, han solicitado la apertura de los archivos de la archidiócesis de Cracovia (Polonia) para aclarar qué sabía exactamente Karol Wojtyla sobre estos casos.
MÁS INFORMACIÓN
Por último, Gądecki ha reivindicado que Juan Pablo II, durante su pontificado, puso en marcha el proceso para «establecer estructuras y desarrollar procedimientos claros que garanticen la seguridad de los niños y jóvenes, castigar adecuadamente a los culpables de delitos sexuales y, sobre todo, ayudar a las personas abusadas».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete