Recycling Market Xmas Edition, regalos sostenibles para proteger el planeta

Algunos estudios -como el de la Universidad de York- señalan que en Navidad se emite un 5,5% del CO2 producido en todo el año. Algo que, a todas luces (y aprovechamos la expresión para decir que el alumbrado en calles, comercios y casas genera un gasto energético adicional de 3,6 millones de Kw: lo que consumen 1.200 hogares al año) indica que es necesario un cambio de paradigma, donde la educación ambiental sea capaz de concienciar a la sociedad de la necesidad de frenar este depredador ritmo de consumo.

Las compras y regalos suponen la mayor fuente de CO2 en estas fechas, un 48%. Los datos ofrecidos por la consultora británica IDC sobre el impacto ecológico de algunos regalos lo dejan claro: una consola educativa de juguete (con colores y botones con sonido) produce hasta 93 kilos de CO2, los juegos de mesa alcanzan los 21 kilos, y un libro de 3 a 8 dependiendo de si es de bolsillo o tapa dura.

Frente a ello, Ecoembes , la organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la economía circular a través del reciclaje de los envases, propone un singular mercado navideño donde todos los productos que se venden están hechos de materiales reciclados . Un pop up efímero que estará los días 1 y 2 de diciembre en el Palacio Gans (Princesa 66), donde se podrán encontrar las últimas tendencias en moda, decoración, joyería y complementos fabricados a partir del reciclaje de diferentes materiales. Ideas originales y respetuosas con el planeta como moda ecológica, bisutería elaborada con circuitos electrónicos y componentes de ordenadores, gafas de sol de madera reciclada, lámparas hechas a partir de botellas de vidrio, cosmética sostenible… son algunas de las propuestas que se han podido ver en otras ediciones y que, sin lugar a duda, no faltarán.

Es una invitación a reflexionar sobre el impacto ambiental de los regalos que se compran en Navidades, porque para Ecoembes, el espíritu de esta edición del Recycling Market (Xmas Edition) consiste en «implicar a la ciudadanía para que se convierta en un movimiento global que nos lleve a reflexionar sobre los valores que deberían impregnar a la Navidad y la necesidad de fomentar la responsabilidad, la concienciación y la sensibilización especialmente en estas fechas, donde el consumismo frenético impide a las personas recapacitar sobre la sostenibilidad o el daño que hace al medio ambiente el derroche desmedido». Conocer cómo se ha hecho el producto, con qué material o dónde se ha fabricado resulta clave para cuidar al planeta.

Consumir productos locales beneficia a los comerciantes del barrio o de la provincia y evita emisiones en el transporte de mercancías. Apostar por lo ecológico, natural, de comercio justo y productos reutilizados y reciclados representa la mejor opción medioambiental y social.

Además, en este singular mercado navideño y a lo largo del fin de semana se llevarán a cabo interesantes y curiosas actividades para todos los públicos, que dejarán claro cómo los residuos pueden tener una segunda vida gracias al reciclaje.