La botella de agua que combate el absentismo escolar en África

Una botella de agua de medio litro de Auara, que emplea plástico 100% reciclado, cuesta menos de 70 céntimos de euro. El pozo de agua con bomba natural que instalaron con Manos Unidas en las inmediaciones de un colegio de Benín (África) en 2016 les supuso 12.110 €.

Gracias a esta infraestructura 510 alumnos asisten con regularidad a sus clases; hecho que ha incidido, sobre todo, en la escolarización de las niñas , que suelen ser las encargadas de buscar agua. «Caminan entre cuatro y diez kilómetros diarios y regresan a casa cargadas con bidones de 25 litros, lo que supone un gran esfuerzo dado su estado de malnutrición», explica Urbano.

Del pozo, por supuesto, también se benefician los 2.500 habitantes del pueblo de Tamarou (situado al norte de Benín). La pincipal ventaja que entraña éste con respecto a cualquiera que puedan cavar los locales es que se sella de manera hermética para impedir que se contamine el agua. Asimismo, la bomba natural es más económica de mantener que una automática -que requeriría de combustible-, comenta Urbano.

La construcción de pozos de similares características en otros puntos de África se encuentran en fase de desarrollo en la actualidad. Tal y como detallan desde Auara, la devastación de la selva por la industria maderera ha expulsado de forma progresiva a la tribu pigmea de los Baka ( Camerún ), obligándoles a asentarse de forma constante en infraviviendas. La población de Ngandanjika ( República Democrática del Congo ), por su parte, también destaca por su pobreza extrema: practican la agricultura de subsistencia y la mayoría carecen de alfabetización. Por supuesto, ambos grupos tampoco disponen de agua potable. Un problema que Auara, la Fundación Summa Humanitate y Zerka y Lejos tratarán de solventar próximamente, a fin de erradicar, por ejemplo, las enfermedades intestinales y diarreicas debidas al consumo de agua no potable.

A más de 11.000 kilómetros de distancia, en Camboya , Auara y la organización S.A.U.C.E han fabricado diez letrinas con duchas que contribuirán a prevenir infecciones derivadas de un deficiente saneamiento. Los retretes han sido diseñados para que los usen 28 familias (más de 150 personas) del municipio de Roka que cuentan con algún miembro diagnosticado de VIH . Del mismo modo, se espera que estos servicios sanitarios contribuyan a reducir el número de abusos sexuales sufridos por las mujeres, que para aseaserse deben alejarse de los núcleos habitados.