¿Cómo pasan el invierno estos 5 animales?

Hibernación

La hibernación de los osos pardos supone un estado de letargo invernal . Sus pulsaciones por minuto se reducen desde las 40 hasta las 10. Su ritmo respiratorio también baja a la mitad. Y su temperatura corporal disminuye entre cuatro y cinco grados.

En la cordillera Cantábrica , casi el 80% de las oseras invernales se localizan en cuevas; el resto, se excavan en el suelo. «Estos lugares de vegetación impenetrable y laderas de muy difícil acceso tienen un especial valor de conservación: son áreas críticas para la supervivencia de la especie», explican desde la Fundación Oso Pardo .

El inicio de la hibernación depende de los factores meteorológicos , de la disponibilidad de alimento y de las características de cada ejemplar. «Las hembras no lactantes, los machos y los juveniles ya desarrollados aprovechan mejor las duras condiciones de esta época del año hibernando; en cambio, a las hembras lactantes y a los jóvenes en crecimiento, que han acumulado menos grasas durante el otoño, puede compensarles mantenerse activos buscando comida, si esta es abundante, en su territorio», subrayan desde la organización.

Brumación

Durante la hibernación, los mamíferos caen en un sueño profundo y no comen ni beben (tampoco defecan u orinan), pero mantienen sus constantes funcionales. Cuando se produce la brumación, que es otro periodo de latencia en el cual los procesos fisiológicos de los animales se desaceleran como consecuencia de las bajas temperaturas, los reptiles, en cambio, no duermen. Si bien es verdad que tampoco comen, al igual que los osos, si que, a diferencia de estos, continúan bebiendo agua para evitar la deshidratación .

El caimán peregrino , por ejemplo, se entierra en el suelo para soportar el frío. No obstante, emerge a la superficie de nuevo una vez el sol ha calentado su cuerpo. Posee unas prominentes crestas dispuestas a lo largo de su espalda que le avisan cuando llegan los días más cálidos del invierno. Los vasos sanguíneos que protegen tales placas óseas distribuyen, pues, el calor, explican desde el Acuario de Carolina del Sur (Estados Unidos).

Migración

Los murciélagos pueden entrar en letargo durante unas pocas horas, a fin de ahorrar energía para afrontar un frío día, o pueden, incluso, hibernar hasta seis meses, en espera de que regresen la primavera y los insectos. Es el caso del murciélago café.

Sin embargo, otras especies, como el murciélago magueyero menor, prefieren buscar hábitats más cálidos cuando llega el invierno. La mayoría de los quirópteros que se posan en los árboles actúan así, aseguran desde el servicio de parques nacionales de Estados Unidos .

Récord

La zarigüeya oriental pigmea, natural de Australia , puede pasar todo un año en su estado menos activo. Por ello, «ostenta», según la revista Australian Geographic , el título de «mamífero que experimenta la hibernación más prolongada» del mundo.

Caso curioso

El lémur enano de cola gruesa (Madagascar) es el único primate que se sabe a ciencia cierta que hiberna durante un período dilatado de tiempo (hasta 7 meses). A lo largo de dicha etapa alterna períodos de letargo (su metabolismo, su ritmo cardíaco y su temperatura corporal disminuyen de forma severa) con períodos de «recalentamiento» (cada 6-12 días), detalla el Centro para Lemures Duke .