Quince ideas «verdes» para impulsar la economía

1. Rehabilitación energética de viviendas a través, por ejemplo, de medidas relacionadas con la certificación energética o, incluso, obligando a incluir el coste energético en el precio de alquiler y venta de edificios y oficinas.

2. Activar las ayudas a la eficiencia energética. España ha pasado de ser el segundo país de la Unión Europea en concederlas a colocarse como uno de los últimos.

3 . Establecer un IVA reducido para los biocombustibles sólidos y las calderas de biomasa. El mercado de la biomasa constituye uno de los sectores con mayor potencial de creación de empleo, tal y como ocurre en países como Alemania, Francia o Reino Unido.

4 . Crear bancos de hábitats para financiar proyectos de conservación. Se persigue que no se produzca una pérdida neta de los ecosistemas; es decir, por cada hectárea o unidad afectada el agente económico obligado a la compensación tiene que financiar la recuperación de, al menos, la misma cantidad en otro espacio con un especial valor biológico o ecológico.

5 . Fomentar la colaboración público-privada en la gestión de los bosques para ayudar a reducir los incendios, generar empleo local, garantizar el suministro de biomasa o dar rentabilidad a la gestión y conservación de estas áreas forestales.

6 . Introducir planes de eficiencia para reducir la huella de carbono de los edificios de uso público.

7 . Introducir peajes «inteligentes» que penalicen a determinados vehículos en función de sus emisiones, su nivel de ocupación o la congestión de cada zona. Y promuevan, a la vez, el transporte colectivo y el empleo de vehículos de bajas emisiones.

8 . Regular el balance neto para favorecer que los particulares generen su propia energía .

9 . Dar a conocer los consumos medios de los edificios para combatir la pobreza energética (un problema que afecta a más del 10% de la población) y para incentivar el ahorro de quienes descubran que gastan más que la media de sus vecinos de barrio, por ejemplo.

10 . Efectuar una profunda reforma fiscal que incentive las actividades con menor impacto ambiental y que sea socialmente justa.

11 . Obligar a las entidades bancarias que reciben ayudas públicas a tener en cuenta parámetros sociales y ambientales.

12 . Ayudar a establecerse a nuevos agricultores en entornos rurales y la periferia de las ciudades. Se recuperarían tierras agrícolas y se promoverían los mercados de alimentos locales. Lo que contribuiría a dinamizar algunas zonas rurales (importante para reducir los incendios) y a reducir el impacto en el transporte de la comida.

13 . Promover el consumo de productos locales. El etiquetado de los productos en función de sus emisiones ya funciona en supermercados de otros países europeos, como Francia.

14 . Fijar el pago de tasas de recogida de residuos sólidos urbanos en función de la calidad de la separación.

15 . Crear nuevas redes de comunicación para aumentar la participación ciudadana en la toma de decisiones.