¿Te cubre el seguro si tienes un accidente sin pasar la ITV?

Así lo explica la aseguradora Pelayo en su página web: «Circular con la ITV caducada o sin haberla pasado es una irresponsabilidad que compromete nuestra seguridad y la del resto de conductores y viandantes».

Indican que este trámite es la fórmula que existe para certificar que el vehículo tiene las condiciones técnicas adecuadas para circular. «Por este motivo, es lógico y normal que las coberturas del seguro cambien de un plumazo si cometemos la temeridad de salir a la vía pública sin este documento en vigor«, manifiestan.

Teniendo en cuenta todo ello, es fácil imaginar que si un conductor tiene un accidente con la itv caducada y resulta que es el culpable del mismo, la aseguradora podrá evadir su responsabilidad de cubrir los daños causados por el accidente, aunque existen matices según indica Pelayo.

En el caso de que una persona sea el causante de un accidente y no tenga en regla la itv puede suceder lo siguiente:

«La compañía ejercerá su responsabilidad civil e indemnizará a los implicados que hayan sido perjudicados. Sin embargo, el conductor no estará cubierto con los daños en el vehículo e incluso la compañía podrá reclamar la cuantía de las indemnizaciones que ha pagado al resto de implicados en el siniestro».

Por el contrario, si esta persona no es el culpable del accidente:

«El seguro del causante del siniestro sí podrá cubrir los daños producidos. Eso sí, lo más probable es que tu compañía no aplique la cobertura jurídica y, por lo tanto, te quedes sin ella», según explica Pelayo.

En todos los casos, el conductor será sancionado por circular sin ITV, ya que esta circunstancia será comprobada por los agentes que levanten el atestado.

La primera vez que los vehículos deben pasar por esta inspección técnica es cuando el automóvil cumple cuatro años y tienen que volver cada dos hasta que cumplen los mencionados diez.

Asimismo, es un trámite habitual para muchos conductores ya que el parque móvil español es cada vez más viejo y los automóviles con más de diez años de antigüedad tienen que pasar por ello de manera anual.

En el caso de vehículos industriales y de transportes urbanos, la periodicidad de la ITV cambia. En el primer caso, cuando alcanzan los diez años hay que cumplir con el trámite cada seis meses.

Los transportes urbanos pasan a esta periodicidad cuando cumplen cinco años.