El Renault Laguna Concept de 1990, o un sueño hecho realidad
Estamos en 1988. Jean Pierre Ploué es un joven y prometedor ingeniero al que le encargan hacer «el coche de sus sueños»
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Santiago de Garnica Cortezo
Valladolid
Los orígenes del programa «ZO2» que llevarían a culminar en el prototipo Laguna presentado en el Salón de París de 1990, se remontan al año 1988. Dada su naturaleza, se encarga del mismo el departamento de «Design Avancé», un estudio que reúne a una decena ... de diseñadores y que tiene tres objetivos: investigar sobre la orientación de modelos de producción, reflexionar sobre conceptos inéditos y estudiar prototipos de salón. El equipo está dirigido por Jean François Venet. Tiene cuarenta y cuatro años, es diplomado en bellas artes y ha entrado en la Regie Renault en 1977, tras haber realizado sus prácticas en la General Motors, época de la que conserva una verdadera pasión por los Corvette.
En el momento en que Venet pone en marcha el dossier ZO2, Jean Pierre Ploué es el diseñador con más disponibilidad de su equipo. Es muy joven, tan solo veintiséis años, pero con una sólida formación. Y el encargo que recibe no puede ser más atractivo: «diseña el coche de tus sueños».
Los primeros bocetos se ven influidos por sus dos pasiones sobre ruedas: conduce de forma habitual un Alpine y un Austin Healey. No tarda en definir las líneas generales del coche.
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Luego Ian Matthews se encarga del interior mientras que Sophie Milenovic es la encargada de materiales y colores.
La primera maqueta es modelada a escala 1/5 en enero de 1989. Al no tener que responder a un cuaderno de encargo propio de un modelo de serie, todo el proyecto va muy rápido. Así, cinco meses más tarde, se presentan las maquetas a tamaño natural, tanto del exterior como del interior, a Aimé Jardon, el director técnico. Estas maquetas las realiza en arcilla una sociedad llamada D3 que se ocupa igualmente de construir la carrocería definitiva en carbono/kevlar en las primeras semanas de 1990. «D3» es una empresa creada en 1988 por Bernard Pene, un antiguo maquetista de Renault, que con un equipo de treinta personas realiza maquetas para diferentes marcas como Citroën o Matra.
Mientras, se desarrolla la parte mecánica en Design Renault, bajo el control de George Sauvan, el hombre que controla la parte técnica en este servicio. El prototipo no es una simple maqueta para exhibir. Renault ha querido hacer un coche real. Incluso no ha buscado el camino fácil de reutilizar una plataforma de un modelo ya existente. El Laguna es un estudio completo, un verdadero prototipo experimental y operacional.
La arquitectura es típica de un deportivo de motor central. Esta mecánica es un cuatro cilindros de 2 litros proveniente del Renault 21 Turbo que ofrece , con su intercambiador aire-agua, 210 CV de potencia a 5.200 rpm y 30 mkg de par a 2500 rpm. El cambio es una caja de cinco velocidades experimental.
La mayoría de los componentes mecánicos se han estudiado de forma específica para el prototipo, sobre todo el chasis tubular y las suspensiones de triángulos. Los frenos, con discos ventilados, provenían de Alpine, mientras que Michelín, para los neumáticos, y Valeo en el capítulo de alumbrado, colaboraron de forma directa con el equipo de diseño.
El Laguna se monta y pone a punto al inicio del verano de 1990. En esta etapa final, el trabajo es muy duro y para el equipo encargado del prototipo muchas noches se alargan hasta las primeras luces del alba: hay mucha ilusión en ver el trabajo acabado.
A primeras horas de la mañana del 22 de julio, el Laguna es sacado del despacho de estudios y llevado a la pista de pruebas de Gaillon, en Normandía. Se resuelven algunos problemas, se hacen los últimos ajustes y, cuando el sol de julio ya deja notar toda su fuerza, el cuatro cilindros turbo deja oír un sonido poderoso apenas amortiguado por los silenciosos. Albert Michelou está al volante, mete la primera y empieza a rodar sobre la pista ante las emocionadas miradas del equipo que ha convertido en realidad el sueño de Ploué, el sueño de lo que era para él un coche.
El prototipo Laguna no se convertirá nunca en un modelo de serie si bien su nombre si servirá para bautizar una berlina de líneas mucho más convencionales. Pero sus formas cargadas de recuerdos de las barquetas de carreras de los años cincuenta (un cierto toque del Porsche de James Dean…) y también de los roadster británicos tipo Austin Healey, mezclado con elementos muy modernos como toda la envoltura transparente que, antes de entrar, había que mover (a mano, sintiendo sensaciones) para poder acceder al interior…, un interior donde la consola central tenía forma de depósito de moto…
Era un coche hecho con pasión, con sentimiento, con sensaciones, no un «producto». Lástima que nunca se hiciera una serie, aunque fuera pequeña, de algo tan pasional.
El nombre Laguna sería reutilizado en otros prototipos ya muy diferentes, antes de instalarse definitivamente en la berlina de serie, sucesora del 21, presentada en el año 1994.
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Jean Pierre Plouè, tras haber diseñado el Clio II y Megane I, trabajó en el Volkswagen Design Center y en 1999 se convertirá en director del Citroën Design Center; a él se debe el C4, la segunda generación del C5, el C6 o el DS3, sin olvidar prototipos espectaculares como el C-Métisse o el Metropolis. En la actualidad está a la cabeza del diseño del Grupo Stellantis y de Lancia Design.
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