Cómo refrescar rápidamente el interior del coche
Trucos para evitar que tu coche se convierta cada día en un horno
A. Noguerol
El Barco de Ávila
Aunque parezca una obviedad, la mejor forma de evitar el recalentamiento de tu coche al sol es no aparcarlo al sol. Estacionar en la sombra evita la radiación térmica que hace que el habitáculo de tu coche pueda alcanzar temperaturas de hasta 70ºC cuando el ... sol azota con fuerza. El uso de un parasol bajo el parabrisas también contribuirá a atenuar la subida de temperatura en el interior del vehículo, pero no de manera significativa. Eso sí, evitará que nos quememos las manos en contacto con el volante, la palanca de cambio, el asiento e incluso el cinturón de seguridad.
Recuerda que un elemento tan simple como un parasol ayuda a que el coche sobrelleve mejor el calor del verano. Colócalo en el parabrisas al aparcar para que la temperatura interna baje hasta 10 grados. Al volver a acceder notarás una temperatura más amigable, evitarás gastar combustible forzando la climatización y también un desgaste prematuro de ajustes, plásticos y revestimientos de a bordo.
Si no hemos tenido más remedio que aparcar al sol y nos vemos obligados a ponernos en marcha de inmediato, los expertos de Alquiber nos proponen diversas soluciones que contribuirán a reducir la temperatura interior de tu vehículo incluso antes de que el aire acondicionado se encargue de ello.
En los días más calurosos, antes de conectar el aire acondicionado baja las ventanillas del coche para que la temperatura del habitáculo no sea tan elevada ya que si conectas el aire nada más subirte y sin ventilar el coche harás que trabaje al máximo rendimiento y se deteriore más. Circulando en coche, la temperatura óptima en el habitáculo se sitúa entre los 20ºC y los 26ºC. De hecho, y aunque el vehículo pueda estar frío al arrancar, 21ºC es una marca ideal para ir a los pocos minutos de iniciar la marcha. Accionar el aire acondicionado supone una pequeña pérdida de potencia de unos 6 CV. Sucede porque el compresor toma fuerza del motor para su accionamiento. Se calcula que se gasta más o menos un 6% más de combustible. Además, cuanto mayor sea el régimen de giro mecánico, mejor funcionará el aire acondicionado; todo lo contrario cuando el motor funciona al ralentí.
Aunque cada año salta a nuestras pantallas como el innovador descubrimiento de un ingenioso profesor chino, ventilar el coche abanicándolo con sus puertas es una solución clásica que consigue reducir notablemente la temperatura interior del coche – hasta ocho grados según las estimaciones más optimistas. La mecánica de este sistema, que busca desalojar el aire caliente acumulado en el interior y reemplazarlo por el del exterior a través de la convección, consiste abrir y cerrar una puerta con determinación cinco veces mientras se mantiene la ventanilla de la puerta opuesta completamente abierta. Y para succionar aire del exterior, más frío que el del habitáculo, y reducir la temperatura con más efectividad siempre podemos solicitar la ayuda de otra persona y duplicar el proceso en otra puerta y otra ventanilla.
Abrir las ventanillas durante la marcha y hacer frente al ruido y al aumento del gasto del combustible asociado a la pérdida de aerodinámica del vehículo ha encontrado una original alternativa solo un poco menos ruidosa. Se trata de un sencillo truco consistente en encajar en las ventanillas levemente abiertas una botella de plástico cortada por la mitad con la boca dentro del coche. De este modo, una vez en marcha, la fuerza del viento consigue que el aire se comprima al pasar por el cuello de botella y se descomprima, perdiendo de paso unos grados, al entrar en el interior del coche.
El tintado de lunas también logra que la temperatura interior del coche no sea tan elevada, por lo que podemos recurrir a la instalación de láminas solares . Estas se instalan fundamentalmente, como medida de seguridad ya que mantiene los cristales pegados en caso de colisión, según explican desde Cristalbox. Pero también sirven para proteger a los más pequeños de los rayos del sol (bloquea más del 99% de los rayos UV). Y un tercer motivo, y el que ahora nos ocupa es el de ahorrar en el uso del aire acondicionado, ya que algunas láminas, como la Energysa, son capaces de repeler el 70% del calor . La diferencia entre llevar las lunas tintadas y no llevarla es enorme. Gracias al tintado de lunas se puede mantener una temperatura más fresca con menos tiempo de funcionamiento del aire acondicionado.
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Además, existen otras soluciones caseras, como dejar las ventanas bajadas medio centímetro mientras el coche está aparcado, o colocar trapos o toallas en las rejillas de ventilación interior del coche y mantenerlos permanentemente húmedos e, incluso, dejar bolsas de hielo impermeables en el suelo del habitáculo, que contribuirán a refrescar un poco, especialmente en trayectos cortos.
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