Lissavetzky denuncia la «ruina» de la planta de biogas de Valdemingómez

De acuerdo con los datos que maneja Lissavetzky, al coste de construcción de la planta de biometanización -que reutiliza la basura para transformar el metano que genera al pudrirse en biogás, que podría inyectarse a la red y venderse-, se une lo que costó tener durante cuatro años los aparatos en pruebas, que costaron 44,2 millones de euros.

Cuando finalmente comenzó a producir gas apto para el consumo, en 2012, era tan poca la cantidad que su venta sólo reportó al Ayuntamiento 300.000 euros. El año siguiente, 2013, los ingresos por este concpeto han sido de 2 millones de euros, indica Lissavetzky.

«Exigimos -dijo- que el gobierno municipal aumente la rentabilidad económica y ambiental de estas Plantas de Biometanización y presente un proyecto que garantice su viabilidad. Ahora son absolutamente insostenibles y un ejemplo del fracaso de la gestión ambiental de la alcaldesa y su equipo», concluye.