Un millar de árboles de Madrid, en la cuerda floja

El Ayuntamiento asegura que cuida adecuadamente de la inmensa masa arbórea de la capital —es la segunda ciudad del mundo, tras Tokio, en ejemplares—; la oposición sospecha que los recortes de personal y presupuesto pueden estar detrás de tanta caída; los expertos lo sitúan dentro de la normalidad y achacan los hechos a un cúmulo de causas, como las las condiciones meteorológicas, vicios antiguos en el cuidado de los árboles y hasta mala suerte.

En torno a mil árboles en Madrid —según varias fuentes consultadas por ABC— presentarían un estado que haría aconsejable reemplazarlos , al llegar al límite de su edad o verse afectados por enfermedades o pudriciones. Pero talar un árbol es tremendamente impopular, e incluso ilegal si no se justifica adecuadamente, según la actual legislación regional. PSOE e IU relacionan las caídas con los nuevos contratos integrales, que han recortado presupuestos y personal. «Hay más de un millar de árboles en mal estado», asegura el socialista Jaime Lissavetzky. Diego Sanjuanbenito, concejal de Medio Ambiente, niega la relación causa-efecto: «El contrato integral lleva seis meses funcionando; hace falta más tiempo en la vida de un árbol para que se produzca una patología».

Madrid gasta 19,8 millones de euros al mes en el contrato de zonas verdes y limpieza y 2 millones mensuales en el cuidado de parques históricos. De los dos millones de árboles bajo cuidado municipal, hasta la fecha se ha tenido que actuar sobre el 0,06 por ciento. Y este año se han podado 13.927 ejemplares.

Los expertos coinciden: lo que ocurre entra dentro de lo normal. Mariano Sánchez, vicedirector de Horticultura del Real Jardín Botánico, dice: «Todos los años se caen árboles y ramas». Durante 40 o 50 años «no se ha plantado bien» y esa mala praxis se está pagando ahora. Los apeos son muy impopulares: «La gente protesta, pero lo que realmente estás haciendo es evitar un riesgo». El catedrático de Montes de la Universidad Politécnica, Antonio Prieto, señala que en El Retiro pueden morir cada año «unos cien árboles» y en todo Madrid, unos 2.000. La mayoría «mueren de pie, pero si alguno está inclinado o tiene la copa asimétrica, entonces caen». Afecta también el riego de praderas, que «ya no se hace a manta, sino más superficial, y las raíces están peor ancladas». Ver una pudrición «es difícil si está a 10 o 15 metros y el árbol está lleno de hojas». Y no olvida citar las podas inadecuadas de décadas atrás. Prieto participa en la comisión que estudia, por mandato municipal, la situación del arbolado, y adelanta alguna medida: «Establecer a qué edad se deben renovar los ejemplares».

Ángel Muñoz, jefe de servicio de Jardines y Montes de Patrimonio Nacional, coincide con sus colegas: «No hay motivo de alarma». Destaca la importancia del patrimonio verde de la capital, «quizá el mayor de Europa», y alaba el trabajo de los técnicos municipales: «Sé de su profesionalidad». Su pronóstico es que «seguirán cayendo». Y sugiere: «Hay mucho arbolado viejo; tal vez deban priorizar eliminar los que se consideren convenientes por muy drástico que sea».

«Madrid es una ciudad muy arbolada, pero el ejemplar lleva una vida dura en el medio urbano», explica Juan García Vicente, portavoz de Ecologistas en Acción. También señala a las podas «salvajes» de décadas atrás entre las causas de las malas condiciones de muchos árboles: «Han generado miles de árboles enfermos en el Paseo del Prado, en la Castellana, en la Casa de Campo...». Y recuerda también que «objetivamente, hay menos gente dedicada al mantenimiento».