El último alijo de la banda del «Chachi», entre pienso para perros

La operación Tulipán arrancó en la isla canaria, hace año y medio, pero después convergió con la Brigada de Policía Judicial de Madrid. La organización la dirigía uno de los 8 colombianos arrestados, Jadmed Bedoya Jurado, alias «Chachi» o «Javito», de 37 años. Desde Valencia controlaba la llegada de la sustancia, su almacenamiento y elaboración, y su distribución en la zona norte de España, ya como pastillas, en el área del País Vasco, el norte de Aragón, el de Burgos y Navarra.

El grupo criminal aprovechaba la infraestructura que tenía para el tráfico de cocaína (iban a financiar una partida de toneladas de esa droga). Introducía la anfetamina líquida procedente de Holanda (hay un detenido de esta nacionalidad, Antonius Hendrikus Ruzette, el químico) y la almacenaba en congeladores en un chalé en Trijueque (Guadalajara).

Allí fue desmantelado un laboratorio con todos los útiles necesarios para la elaboración de la droga, como prensas hidráulicas, moldes, básculas, probetas, barreños, jeringuillas o disolventes y otros productos para el corte. En total, se han efectuado siete registros domiciliarios en Valencia, Madrid, Logroño (donde había un piso de seguridad), Miranda de Ebro y Guadalajara.

Desde Holanda llegó un vehículo caleteado que ocultaba anfetamina diluida en líquido y que, tras ser tratada, daría lugar a la obtención de 120 kilos de «speed». Tras ubicar el vehículo a su llegada a la capital, los investigadores pudieron confirmar la intención de trasladar la furgoneta al chalé de Trijueque, donde alojaban la droga para no levantar sospechas.

La Policía intervino 23 paquetes camuflados en el interior de dos sacos de piensos para perros y que contenían un total de algo más de 23 kilogramos de «speed». Los dos ocupantes del vehículo fueron detenidos, procediéndose de forma inmediata a la detención del resto de miembros de la organización y al registro del chalé.

Allí encontraron 120 paquetes repartidos en dos arcones congeladores, en total algo más de 120 kilos de la droga, y los utensilios mencionados. De los 11 detenidos (8 colombianos, un español, un holandés y un checo), 8 están en prisión.

El jefe superior de Policía, Alfonso Fernández Díez, destacó la peligrosidad de esta droga, más incluso que la de la cocaína .