Rescatado «in extremis» de morir abrasado

Los policías comprobaron que salía un fuerte y denso humo negro por las ventanas que daban al patio. Llamaron insistentemente a la puerta del domicilio, sin obtener respuesta. Los vecinos avisaron de que el morador, de 53 años y con movilidad reducida, no había sido visto saliendo, por lo que temían, como efectivamente resultó, que estaba dentro.

Dos de los policías abrieron la casa por el método del resbalón, mientras esperaban la llegada de los bomberos. Una vez dentro, comenzaron a buscar a la víctima, pero lo primero que vieron fue una sartén ardiendo en la cocina, presunta causa del siniestro. De ahí venía el intenso humo, que ya se extendía por toda la casa.

Tan poca era la visibilidad, que tuvieron que ir habitación por habitación, hasta que al final dieron con el hombre: estaba inconsciente, tendido en el sofá y a punto de expirar. Rápidamente, los funcionarios abrieron las ventanas y entre dos de ellos, alzando a la víctima por hombros y piernas, la sacaron de la casa.

Le ejercieron las maniobras de primeros auxilios, y el hombre recuperó la conciencia, aunque permanecía desorientado y con el habla incoherente.

Entonces, llegaron las dotaciones de bomberos, que confirmaron que no había riesgo de daños en los demás inmuebles. Los policías tuvieron que ser asistidos por el Samur por los mareos que les provocó el inhalar el humo. Pero la misión, con final feliz, estaba cumplida.