«No recuerdo el momento exacto en que decidí acabar con la vida de mis hijos»

El presunto parricida , uruguayo de 32 años pero con residencia legal en España, estaba separado de la madre de los pequeños y ha asegurado ante el juez que estaba durmiendo con su hijo David que le dijo «vente a limpiar la sangre de Luquitas» y recuerda que se levantó y «fui a la habitaicón de Lucas, aprecié que estaba fallecido y ensangrentado».

Sin embargo, su reacción tras ver a su hijo muerto en la cama es sorprendente. «No reaccioné cuando vi a mi hijo fallecido. Lo deduje por la sangre en el pecho y el colchón pero no vi las heridas porque estaba la luz apagada». Sin encender la luz se volvió a la cama para seguir durmiendo, hasta que llegó su exmujer. «No recuerdo haber agredido a mi hijo mayor, tampoco que tuviese un cuchillo en la espalda» ha declarado también.

El suceso ocurrió sobre las doce y media de la noche en el segundo piso del número 12 de la calle Pedro Martínez del distrito de Carabanchel, donde vive el detenido. Su ex pareja y madre de los dos niños, acompañada de su hermana, fue a recogerles allí, pero nada más entrar en la vivienda se encontró con la dramática escena y llamó a un vecino, que alertó a la Policía.

Cuando el Summa llegó a la vivienda, el bebé, que había sufrido una gran pérdida de sangre, había fallecido, mientras que el niño de cinco años tenía clavado aún el cuchillo en la espalda y, ante el riesgo de que al retirarlo se destaponara la herida y sufriese una hemorragia, fue trasladado al hospital 12 de Octubre con el arma para que ésta fuera retirada con seguridad en el centro médico, ha precisado un portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid 112.