Las fórmulas matemáticas para ganar el sorteo navideño

Sin embargo, se suele quedar fuera de la ecuación a las matemáticas o a la estadística. ¿Pueden unos cálculos cambiar el sino de nuestro décimo? El profesor de la Universidad de Valladolid Alfonso Jesús Población Sáez explicó para ABC el método «ganar una vez y perder nueve».

La esperanza matemática se obtiene sumando los productos de posibles ganancias por las probabilidades de conseguirlas, menos lo que cuesta participar en el juego.

En los juegos de apuestas todos los resultados son negativos, por lo que el jugador sale desfavorecido, mientras que si fuera positivo será favorable a él. Si el resultado da cero sería un valor equitativo y por lo tanto justo para todas las partes.

Para explicarlo de forma sencilla el profesor pone un ejemplo. De una rifa de 100 boletos de cinco euros cada uno hay un primer premio de 100, un segundo de 50 y un tercero de 25 euros. La probabilidad total de ganar cualquier premio es de 0,01%.

La esperanza matemática sería 0,01 x 100 + 0,01 x 50 + 0,01 x 25 - 5= -3.25. Un resultado desfavorable por estar alejado de 0.

En el caso de la lotería de Navidad, el docente señaló que la probabilidad o esperanza matemática de ganar algo está en el -8,7, que viene a ser lo mismo que para ganar una vez hay que perder nueve.

Hay un último aspecto que tiene que saber el jugador, y es que a medida que se adquieren más décimos hay más posibilidades de ganar, como es lógico. ¿Pero cúantos más habría que comprar? Para llegar a un 50 % de posibilidades de conseguir el Gordo, segundo o tercer premio habría que tener 20.650 décimos. Esto son 413.000 euros gastados.

En cualquier caso, en el sorteo de Navidad hay en torno a los 15.000 premios que se reparten , de un total de 100.000 números, por lo que si se hace la división hay un 15% de posibilidades de obtener algún obsequio, incluido la pedrea.

En definitiva, todos los números de la lotería tienen la misma posibilidad de salir en el bombo del Teatro Real el día 22 de diciembre, por lo que hay que confiar en la ilusión y en la suerte de que el décimo comprado sea el que salga ganador. Por cierto, ese mismo día se podrá verificarlo a través del comprobador de ABC.