Roberto Jiménez, un hombre del partido de Ferraz que se va con Rubalcaba

Como recordó este lunes el propio Roberto Jiménez, siendo muy joven, este ribero entró en el Partido Socialista de Navarra “desde abajo, pegando sobres”. Desde niño, Roberto había mamado la política en casa . De hecho, su padre es actualmente el alcalde de Pitillas, su pueblo natal.

Siendo todavía estudiante de Derecho, ya cargos dentro de la Agrupación Socialista de Pamplona, en el Comité Regional y en la Ejecutiva regional. Con sólo 25 años, en 1999, fue elegido concejal del Ayuntamiento de Pamplona y designado portavoz del grupo municipal. Dentro de esta etapa, tuvo el privilegio y el honor de lanzar el Chupinazo que daban comienzo a las fiestas de San Fermín de 2002.

Al concluir la legislatura en 2003, se tomó un descanso en su ascenso político hasta 2007, cuando fue elegido parlamentario foral y portavoz del grupo. El repentino e inesperado fallecimiento del entonces secretario general, Carlos Chivite en 2008, le aupó a ocupar el máximo puesto ejecutivo dentro del Partido Socialista de Navarra. Siempre dentro de la línea oficial, que contaba con el visto bueno de Ferraz, que abogaba por mirar con un ojo a los regionalistas de UPN y mantenerse alejado del nacionalismo vasco. En 2007 el acercamiento a los nacionalistas provocó el llamado “agostazo” al impedir la dirección federal la conformación de una coalición con Nafarroa Bai a pesar de contar con el apoyo de la mayoría del Comité Regional.

Ese acercamiento a los regionalistas provocó que el PSN entrara a formar parte del Gobierno de Navarra en 2011. Según reconoció este lunes Roberto Jiménez, aquella coalición fue más bien impuesta nuevamente por Ferraz. “Yo tuve serias dudas respecto a esa entrada en el Gobierno”. Pero Jiménez acató las órdenes federales. Sin embargo, la coalición no duró ni un año y en 2012, el entonces vicepresidente del Gobierno, fue expulsado del Ejecutivo por criticar al Gobierno del que formaba parte y hacer explícitas esas dudas que tenía desde la propia constitución del Ejecutivo.

Esta expulsión provocó la salida del Partido Socialista de Navarra del Gobierno y un enfrentamiento personal con la presidenta Yolanda Barcina que se ha mantenido hasta el día de hoy y que ha provocado que Navarra se mantenga en un desgobierno difícil de mantener.

De hecho, este desgobierno en el que el Ejecutivo mira para un lado y el Parlamento de Navarra para otro, fue la excusa para que el 12 de febrero Roberto Jiménez anunciara una moción de censura contra Yolanda Barcina si se confirmaban las sospechas vertidas contra la consejera de Economía, Lourdes Goicoechea. Ese día Jiménez vertió la famosa frase de “o se va o la echamos”, frase que finalmente le llevará a abandonar la dirección del partido en el segundo semestre de este 2014.

Ferraz, una vez más, impuso sus órdenes a los deseos del Comité Regional y la moción de censura fue vetada. Esto provocó que Roberto Jiménez presentara su dimisión el 2 de marzo. Pero la dirección federal del partido le pidió que se mantuviera mientras durara el proceso electoral de las europeas celebradas este domingo. Roberto Jiménez, nuevamente, obedeció y, una vez celebrados los comicios y con el empujón de haber perdido más de la mitad de los votos respecto a las elecciones de 2009, en el día de ayer, anunció que abandonaba la primera línea de la política socialista y no se presentaría ni a las primarias ni a dirigir el partido tras el congreso extraordinario que se convocará dentro de este año.