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El Padre Ángel y Kike Figaredo apuestan por el «emprendimiento social»
Su lema, «Frente a las dificultades de muchos, la ayuda de todos», quedó claro ayer en el Club Siglo XXI
El Padre Ángel y Kike Figaredo apuestan por el «emprendimiento social»
El Padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, y Kike Figaredo, prefecto apostólico de Battambang (Camboya), unieron ayer sus fuerzas, y sus palabras, para luchar contra la marginación y la pobreza. Participaban en la Jornada «Frente a las dificultades de muchos, ayuda de todos» ... organizada por el movimiento «Emprendedores 2020». El Padre Ángel aseguró que, aunque parezca imposible, «nunca hubo tanta solidaridad como ahora».
El acto, celebrado en el Club Siglo XXI, de Madrid, también contó con la participación de Conrado Giménez, de la Fundación «Madrina», y Cárlos López, de Misión Anglicana Solidaridad. Presentarón el periodista Fernando Jáuregui y María José Gómez Rodulfo, presidenta de la Fundación SAUCE.
Un emocionado Padre Ángel _«por lo bien rodeado que estoy», dijo_, comentó que «mientras los políticos discuten y se pelean, en 300.000 niños en Níger mueren al año. Y eso que Níger está a cuatro horas de vuelo de aquí. Sí, 300.000 niños. Yo tampoco me lo creía pero es verdad». Dió un dato, para él, reconfortante: «Según datos del Ministerio de Asuntos Sociales, que está integrado en Sanidad, el 3% de los jóvenes se apuntan a la política; el 32% a las ONG».
Al sacerdote jesuita Kike Figaredo _28 años en Camboya_ se le conoce como «el obispo de las sillas de ruedas» porque las hacía, y enseñó a hacerlas, de madera para las víctimas y mutilados de las minas antipersona.
Por ser, ayer, el día que era tanto el Padre Ángel como Kike Figaredo se refirieron a que el Cónclave «debería ser una revolución para que salga un Papa cercano además de sensato y bueno».
Conrado Giménez exhibió un vídeo sobre la Fundación «Madrina». Es una ONG que lucha para sacar adelante a embarazada en riesgo de exclusión entre las que hay muchas menores. Las atienden, educan y, tras el parto, las siguen durante un año para que puedan encontrar trabajo. «El que salva a una madre, salva una nación», aseguró Giménez.
Por último, Carlos López, centrado en la atención a inmigrantes, dijo que «mientras haya pobres habrá cristianos con las manos extendidas».
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