Las primarias del PSdeG de Orense se convierten en la oportunidad de «Pachi» Vázquez

Los candidatos no se rinden y todos buscan seguidores, formalizados en avales, para demostrar quién es el jefe de un partido que parodójicamente, y entre escándalos sucesivos, gobierna la tercera ciudad de Galicia.

Barquero, seguidor del ex alcalde Francisco Rodríguez, y hombre fuerte del actual equipo de gobierno, ha presentado este sábado 236 firmas que le permiten concurrir a las primarias y formalizar su candidatura el próximo martes.

El candidato oficial ha sido el primero en dar el paso. Lejos de querer distanciarse de un pasado difícil ha comparecido con los hombres clave del llamado «paquismo» y quiere ganar. Eso sí, no ha discriminado en medios para conseguir la firma de los militantes, y en su lote de avalistas hay un gran número de empleados municipales que no dudan en agradecer su empleo firmando fidelidad al candidato.

Las primarias también son la oportunidad de «Pachi» Vázquez. El ex secretario general del PSdeG quiere recolocarse y hacer visible el rumor de que en Orense el partido lo apoya. Su intención no fue saludada por su sucesor, José Ramón Gómez Besteiro pero alguien le hizo llegar el mensaje que «Napoleón prefería un mariscal rodeado de generales que no un ejercito mermado y diezmado».

En todo caso «Pachi»Vázquez no hace ruido pero su entorno da por segura la victoria y transmite calma ante los reveses sucesivos a lo que puedan enfrentarse, como la investigación judicial por su gestión en O Carballino, o las maniobras de sus enémigos.

Y los terceros en discordia son los «eternos jóvenes» liderador por Javier Rey. Se presentan como la tercera vía pero reconocen que "tenemos difícil conseguir los avales". El candidato dice que su compromiso con el partido está acreditado en "muchos años de militancia, muchos más que los que componen las otras candidaturas". Quizás puedan decir algo a la hora de decantarse por Vázquez o Barquero pero aquí vuelven a marcar distancia y dice: «Nuestros apoyos tienen criterio propio y no son fáciles de manejar».

Al margen de las guerras internas, los socialistas de Orense se juegan el futuro de un partido que no supo convertir la oportunidad electoral de las últimas elecciones en una palanca para visibilizar una «forma distinta de gobernar» la tercera ciudad de Galicia.