Caballero se atrinchera contra un pacto aeroportuario a tres bandas

El alcalde socialista de Vigo volvió a atrincherarse en un localismo que le ha llevado a enfrentarse incluso a compañeros de su propio partido. La idea de remar en la misma dirección y buscar un modelo que invierta la pérdida de pasajeros que sufren las tres terminales —Lavacolla, Alvedro y Peinador— respecto a Oporto no cala en el regidor olívico, que condiciona cualquier acuerdo a un trato igualitario, aunque esto pueda restar competitividad. Asegura que los vigueses sufren un «acoso absolutamente intolerable de la Xunta», algo que ha negado, por ejemplo, el diputado del PSdeG Xosé Sánchez Bugallo, y supedita el pacto a que la Xunta elimine las ayudas a Lavacolla.

A pesar de su negativa, se acordó que Aena diseñe un plan estratégico para los tres aeródromos gallegos que realizarán técnicos «con criterios estrictamente profesionales», según indicó el Gobierno autonómico al finalizar la reunión. A partir de ahí, «sin ningún tipo de apriorismos, lo lógico es sentarse a analizar la fórmula para poner en valor las tres instalaciones», explicó Hernández, quien con su idea de «un aeropuerto, tres terminales», apuesta por la coordinación a tres bandas.

La Xunta, tal y como reiteró el titular de Infraestructuras, «tomará las decisiones, en el ámbito de sus competencias, teniendo en cuenta criterios y conclusiones que se deriven del plan».

Diferente postura adoptaron los alcaldes de Santiago y La Coruña, ambos del PP. Ángel Curras, inquilino del Ayuntamiento compostelano, insistió en que con una planificación única «salimos ganando todos frente a una estrategia como la de Sá Carneiro (Oporto), que es agresiva y que afecta a Galicia y, especialmente a Vigo». En esa línea ya se había expresado el presidente de la Fegamp, José Manuel Rey Varela, horas antes de la reunión en la que también estuvo la directora de la Axencia de Turismo, Nava Castro.

Por su parte, Carlos Negreira declaró que «tener un acuerdo entre las tres infraestructuras es tener un acuerdo con oportunidades de futuro» y solicitó que no sean «fuente de conflicto». Sin escudarse en una defensa acérrima de sus intereses, reivindicó la importancia de Alvedro como «palanca de oportunidades económicas y turísticas» de una zona, la capital coruñesa y su área de influencia, que genera el 40 por ciento de la actividad financiera de la Comunidad.

El alcalde herculino apuesta por aparcar «actitudes victimistas y de búsqueda de culpables. Hay que adoptar una postura que intente impulsar las infraestructuras clave: somos pocos ciudadanos en Galicia para tener conflictos».

Representantes de las cámaras de comercio y de la Confederación de Empresarios de Galicia también estuvieron en el encuentro como agentes implicados que llevan meses intentando aportar soluciones. Mientras, el BNG de Santiago quiso entrar en el debate y proponer que se devuelvan las competencias aeroportuarias y que los tres recintos se centren en especializarse y complementarse con su oferta.