«Caso Asunta»: El padre la drogó, la madre la asfixió y no hay terceras personas implicadas

Los especialistas piensan que Porto esperó hasta el anochecer del día del crimen para trasladar el cuerpo de su hija , ya sin vida, hasta el lugar donde finalmente fue hallado. Una operación que, según explican, podría haber realizado ella sin problemas gracias a su complexión atlética y fibrosa. Se cree que lo sacó del coche por las axilas y lo arrastró hasta la cuneta , de ahí las rozaduras que, según la autopsia, presentaba la niña en los talones. El intervalo temporal en que la se sitúa el óbito de Asunta coincide con el periodo en el que la alarma de la finca es desactivada y activada nuevamente , una clave fundamental para situar a Porto en el lugar de los hechos.

Los agentes hablan de una mente perversa que ideó el crimenTal y como había informado ABC, el documento señala a Rosario Porto como presunta autora material y responsable del traslado del cadáver al lugar en el que fue encontrado. También identifica a Alfonso Basterra , padre de Asunta, como el autor intelectual. Es más, el juez cree que ambos y en connivencia, suministraron sedantes a la niña durante al menos tres meses para comprobar los efectos que tenían sobre ella. Y es que los investigadores llegan a hablar de la«mente perversa que ideó el crimen» y recuerdan que la presunta asesina relató al juez cómo una vez su expareja dio «polvos blancos» a la menor de 12 años . El auto recoge, así mismo, que fue en su vivienda donde la pequeña habría ingerido la cantidad de Orfidal suficiente para causarle el estado de letargo que facilitó su posterior asesinato por sofocación.

El juez dice que hay numerosísimos indicios claros contra los padresEl texto remitido este miércoles a las partes también descarta la hipótesis de que una tercera persona pudiera haber ayudado a los padres a trasladar el cadáver a la pista forestal. En las cuatro páginas del auto redactado por Taín, el propio juez razona los indicios sospechosos que lo llevaron a imputar por asesinato a los padres de la menor y confirma que «los tres hombres investigados son ajenos a los hechos» . Es más, el juez defiende haber mantenido el secreto de sumario durante casi dos meses para que los posibles terceros sospechosos de haber participado en el presunto asesinato de la niña ofrecieran una explicación «fresca» de los indicios objetivos con los que se contaba, sin tener conocimiento de ellos. El juez instructor ha justificado, además, el levantamiento del secreto de sumario alegando que los dos imputados, que permanecen en prisión provisional en la cárcel coruñesa de Teixeiro, pese a los «numerosísimos indicios claros que existen contra ellos» , han manifestado que no colaborarían con la instrucción mientras la causa fuera secreta para las partes.

Caso aparte es la desaparición del ordenador y el teléfono móvil de Alfonso Basterra , elementos todavía pendientes de instrucción hasta que se dé con ellos y que podría arrojar más luz sobre el trágico suceso. En cuanto al móvil del crimen , la investigación sigue centrada en trabajar en distintas hipótesis, después de que quedase descartado el económico que se llegó a barajar inicialmente. Con el fin de evitar que las imágenes del cadáver de la menor u otras partes delicadas del sumario lleguen a publicarse en los medios, cada una de las partes personadas en la causa recibirá hoy una copia con una marca de agua que sirva como huella en caso de que las imágenes se filtren .