El PP hace un llamamiento para captar el voto indeciso

Ganaron las elecciones pero con un serio voto de castigo. Ayer volvieron al redil y con el reclamo de Mariano Rajoy buscaron la fotografía impactante que suponga una inyección de moral y, sobre todo, unos escaños más de los que les dan las encuestas que pongan en dificultad a quien les niegue un pacto de gobernabilidad, en este caso, Ciudadanos.

Rajoy, con una plaza prácticamente llena con más de 13.000 asistentes - algo más que el día del PSOE y su líder, Pedro Sánchez, pero sin las apreturas de antaño - agradeció al PP valenciano y a su presidente, Alberto Fabra, el esfuerzo que ha hecho «para darle la vuelta como un calcetín a la crisis en la Comunidad Valenciana».

«Gobernar en momentos fáciles lo hace cualquier y ejemplos hemos tenido en España (en alusión a Zapatero) pero hacerlo en momentos de dificultad como lo ha hecho Fabra sólo está alcance de los gestores eficientes» indicó Rajoy a Fabra que se vio reconfortado por estas palabras que el resto de la plaza aclamó al grito de «¡presidente, presidente!».

También se mostró cariñoso el presidente nacional con Rita Barberá, quien dijo que es «la alcaldesa que se merece Valencia» y destacó que el programa de la carismática dirigente del PP valenciano es gobernar, mientras que el del resto de partidos es «echarla y pactar entre todos. No lo van a conseguir porque los valencianos son muy inteligentes», vaticinó.

Alberto Fabra, por su parte, se dirigió a los asistentes asegurando que lo que más desea es «devolver el esfuerzo que los valencianos han hecho estos años en forma de más empleo, estabilidad y calidad de vida».

Reiteró que se ha fijado el objetivo de obtener un nuevo modelo de financiación para los valencianos que Rajoy le ha garantizado y «si no es así, no volveré a presentarme».

Criticó la falta de «valores» del resto de partidos y aseguró que «en el PP no negociamos convicciones ni vendemos nuestros valores». Quiso alertar de que los socialistas están pactando con «extremistas, radicales y antisistema» y que en su día «nos vendieron muy barato, como en el caso del trasvase del Ebro por un puñado de votos independentistas».

A los votantes indecisos les garantizó que si vuelven a depositar la confianza en el PP «les demostraré que ése era el único voto válido para la Comunidad Valenciana».

Para convencerlos Fabra imaginó un Consell compuesto por una coalición de izquierdas. «Podemos aplicaría la economía bolivariana, Compromís una educación donde el catalán, la cuatribarrada y la independencia serían su norte. ¿Es lo que queréis? preguntó», ante lo que los asistentes contestaron con una inmensa pitada. Fabra, por último, prometió «esfuerzo y no quimeras, pero con esfuerzo garantizo un futuro mejor».

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, realizó un discurso dirigido a las emociones y a la situación de acoso que vive en esta campaña. «Estoy aquí, orgullosa y de pie pese a que estoy harta de las mentiras y las insidias de una campaña sucia y vergonzante».

Destacó la transformación de Valencia que avala «hasta George Clooney» y prometió una nueva rebaja de impuestos para la próxima legislatura. Y denigró la campaña de los partidos de izquierda, tuvo para todos. «Podemos dice que quien no ha vivido una revolución no conoce la alegría de vivir; Compromís habla de desalojar a Rita Barberá; Izquierda Unida de tirar al PP y a Rajoy; al PSPV no se le espera y Ciudadanos está contra el Cabanyal y lo afirma en la sede del pancatalanismo y denigran a los políticos nacidos antes del año 1978». Lamentó que rezuman «odio, que es lo más deplorable en un demócrata. Nosotros no odiamos, gobernamos para todos».

Barberá dedicó unas palabras a la más pequeña de su familia «Carmen» que con diez años había asistido al mitin para verla. Le dijo que luchará para que «todos los niños españoles vivan en paz, en libertad y pudiendo recibir una educación y una formación para el futuro. Reivindico el espíritu de la transición», concluyó.

Por su parte, el presidente provincial del PP de Valencia, Vicente Betoret, que llegó al cargo hace unas semanas aseguró que el partido está «unido y fuerte» y lo colocó como «único defensor» de las señas de identidad del pueblo valenciano.