Alberto Fabra y Ximo Puig: primer asalto para las autonómicas de 2015

A pesar de tratarse de unos comicios con circunscripción única, los populares valencianos se han volcado en la campaña que terminó ayer , en la que Fabra ha participado en más de doscientos actos y ha recorrido 6.000 kilómetros. Ayer, de hecho, participó en mítines en las tres capitales de provincia. Con todo, el punto de inflexión para el PP valenciano se produjo el miércoles, con el acto central que congregó en el Ágora de la Ciudad de las Artes a más de 7.000 personas para arropar al presidente del PP, Mariano Rajoy, y al cabeza de lista para las europeas, Miguel Arias Cañete.

El baño de masas coincidía con las buenas noticias que deparaban los sondeos internos de los populares, que conforme avanzó ayer ABC, reflejaban por primera vez en los últimos meses un repunte en la intención de voto que llevó al propio Rajoy a vaticinar que el PP «ganará en las tres provincias» mañana.

Sin embargo, la inyección de moral que supuso para Fabra y su equipo el mitin del miércoles se desvaneció en unas horas. Las mismas que transcurrieron hasta la imputación el pasado jueves de la secretaria autonómica de Comunicación , Lola Johnson, en un caso denunciado por Compromís que investiga un posible «agujero» en las cuentas de Radio Televisión Valenciana (RTVV) superior a los 1.300 millones de euros.

La dimisión de una de las personas de confianza de Fabra marcó las últimas horas de una campaña en la que el presidente de la Generalitat y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, insistieron en reclamar el voto para el PP como «garantía de gestión económica» frente a «grupúsculos» que tratan de aprovechar la desafección ciudadana hacia las grandes formaciones políticas.

De hecho, más que contra el PSPV, el PP lucha contra la abstención y contra formaciones emergentes como UPyD, Ciudadanos o VOX. El reto pasa por igualar el porcentaje de votos que logre la formación a nivel nacional y por alcanzar la vigésimo primera victoria consecutiva en la Comunidad Valenciana.

Mientras, en las filas del PSPV, su secretario general, Ximo Puig, afronta su primer proceso electoral como líder de la formación . Proclamado en marzo candidato a la Generalitat, Puig abrirá el lunes la precampaña de las autonómicas. La fuerza con la que lo haga dependerá del resultado que logren los socialistas en la Comunidad Valenciana. El PSPV tocó fondo en las últimas elecciones autonómicas, pero históricamente, ha obtenido mejores resultados en las europeas y en las generales.

El principal escollo para Puig pasa por la pujanza de los que serían sus futuros socios de gobierno en la Generalitat. Compromís , con casos como el de la denuncia a los exdirectivos de RTVV, o Esquerra Unida –con su conflicto con el arquitecto Santiago Calatrava– han ganado más visibilidad que el PSPV con las visitas, ayer mismo la última, de su cabeza de cartel, Elena Valenciano, y del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. De hecho, todos ellos se afanaron en reclamar en la última jornada el «voto útil» frente a la fragmentación que se prevé en el voto de izquierdas en unas elecciones con circunscripción única.