COMUNIDAD VALENCIANA

Así despertó Llanera del «sueño» de su consejero delegado

La solicitud de liquidación acabó con las aspiraciones de una empresa que aspiró a estar entre las diez primeras de España

Así despertó Llanera del «sueño» de su consejero delegado abc

A. CAPARRÓS

Diplomado en Ciencias Empresariales y con un Máster de Urbanismo como currículo, F ernando Gallego tomó las riendas de Llanera , una empresa familiar fundada en 1988, en 2002. Era la etapa de bonanza económica y Llanera, hasta entonces una firma de ámbito comarcal, aspiraba ... a grandes cotas. «Solo se prospera cuando se sueña a lo grande».

La frase la acuñó Gallego en 2006 y forma parte de un manual de empresarios de éxito que el consejero delegado de Llanera compartió con los propietarios de las grandes compañías de la Comunidad Valenciana.

«Obsesión por la marca»

Tras varios sobresaltos, la promotora que plagó de postes publicitarios medida España y llegó a patrocinar un equipo de la Primera División británica ( «nuestra obsesión es que conozcan la marca» ), la promotora valenciana despertó el pasado lunes de su sueño.

Después de haber alcanzado cifras de facturación superiores a los 230 millones de euros y contar con una plantilla de 750 trabajadores en los años de expansión del ladrillo ( «no queremos vender el producto, sino un ambiente» ), la empresa presentaba ante un juzgado de lo Mercantil de Valencia la solicitud de liquidación de su división inmobiliaria .

La constructora retrocedía de esa forma hasta el año 1988 . Volverá a sus trabajos para terceros pero deja atrás para siempre aquellas expectativas que exponía antes de que estallara la crisis económica.

Todos aquellos que han conocido de cerca la trayectoria de Gallego destacan su ambición. Una filosofía empresarial que le ha acbado costando cara. Llanera ya detectó en 2006 una desaceleración en el ritmo de ventas en el sector inmobiliario, el cesto al que había arrojado más manzanas.

Pese a ello, su máximo ejecutivo aspiraba a situarse en 2008 entre las «diez primeras empresas españolas del ramo a nivel de facturación» . Sus previsiones saltaron por los aires un años antes, cuando se convirtió en la primera de las grandes promotoras inmobiliarias que presentó el concurso de acreedores.

La puntilla

Comenzó entonces una larga travesía por el desierto, de pérdida del prestigio ganado años atrás a golpe de talonario. A finales de 2009 salió de la suspensión de pagos y pareció por momentos el ave fénix que creó Gallego renacía de sus cenizas. Sin embargo, una sentencia del Supremo dictaba el pasado mes de abril que anulaba la sentencia de un juzgado de lo Mercantil de Valencia que obligaba a Inmochan, vinculada a Alcampo, al pago de 21,8 millones de euros a Llanera, anticipaba el final más doloroso. Así ha sido. Gallego escribió el último capítulo de su otrora flamante división inmobiliaria el pasado lunes. Llanera, la empresa que esperaba que «España se concesionará entera» , ha comenzado el desmantelamiento por liquidación.

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