La «tercera vía» turística
Bajo la gran marca que es Barcelona, Cataluña se ha consolidado como líder turístico en España, un éxito que se explica también por la colaboración público-privada
janot guil
En el último debate de política general del Parlamento catalán, el líder del PSC, Pere Navarro, en la oposición, no tuvo reparos en reconocer que una de las cosas que funcionan en Cataluña es el turism o. Y las cifras refuerzan el diagnóstico.
Según ... la Encuesta de Movimientos Turísticos en Frontera (Frontur) que realiza el Ministerio de Industria, Cataluña recibió en los primeros ocho meses de este año algo más de 11 millones de turistas internacionales, un 6,5% más que el año anterior, lo que sitúa a esta comunidad como el primer destino turístico nacional. Acapara el 26,1% del total de llegadas. En la misma encuesta, la comunidad de Madrid salía muy mal parada, con un descenso del 22,1% en número de turistas en el mismo período.
Los datos, pues, obligan a preguntarse cuál es el secreto del éxito de Cataluña. Las conclusiones son una mezcla de intangibles -el sol y playa que tanto gusta, por ejemplo, a los rusos, la variedad paisajística, reclamos como el modernismo y Gaudí, el FC Barcelona, la gastronomía, etc...-, un interés en aunar esfuerzos entre las distintas instituciones y el sector privado, la potencia de la marca Barcelona o medidas pioneras como el uso de las redes sociales o, incluso, aunque contradictorio, el hecho de que Cataluña sea la única comunidad española que aplica, desde el pasado noviembre, la llamada tasa turística. Una tasa que grava las pernoctaciones hoteleras, y cuyos ingresos se destinan a la promoción turística.
El Prat, líder
Cataluña cuenta en su haber con el gran polo de atracción que es Barcelona. Relanzada desde los lejanos Juegos Olímpicos de 1992 la ciudad sigue siendo el gran reclamo. Pese a algunos déficits infraestructurales en comunicaciones, como la aún pendiente conexión directa en AVE -sin transbordos- entre Barcelona y París, o que el aeropuerto de El Prat no sea el «hub» que desde esta comunidad se pretende. Con todo, el pasado agosto, el aeropuerto barcelonés, alimentado por el incremento de actividad de Vueling y la crisis de Iberia, logró por primera vez superar en número de pasajeros a Barajas.
El turismo ha sido siempre una ocupación prioritaria para los gobiernos catalanes, de la que no es ajena su voluntad de destacar Cataluña en el panorama internacional en pos de la causa soberanista. Lo cierto es que en este sentido se han creado sinergias entre instituciones. Cabe destacar, por ejemplo, el Consorcio de Turismo de Barcelona, creado en 1993 por el Ayuntamiento de Barcelona, la Cámara de Comercio y la Fundación Barcelona Promoción. Un organismo del que Madrid carece y que explica en parte el tirón de la capital catalana.
En cuanto a la Generalitat, en este mandato liderado por CiU ya se ha elaborado un Plan Estratégico de Turismo y un Plan de Marqueting para el período 2013-2015.
Con el lastre de la crisis y los recortes, el presupuesto del gobierno de Turismo no ha podido aumentar. Los dos pilares de la administración autonómica para este apartado, la Dirección General de Turismo y la Agencia Catalana de Turismo, cuentan con un presupuesto total de unos 50 millones, de los cuales unos 20 se destinan propiamente a promoción.
Según resaltan fuentes de la Generalitat, el esfuerzo inversor en turismo se ha podido mantener en plena crisis precisamente a raíz de una medida pionera implantada en Cataluña el pasado noviembre, la tasa que grava las pernoctaciones en hoteleras. La cuota varía entre 0,45 euros y 2,25 por persona y noche, con un máximo de siete noches, aunque existen exenciones para los menores de hasta 16 años y para las estancias subvencionadas por programas sociales.
La tasa
La llamada tasa «turística» , aunque también la pagan los catalanes y el resto de españoles, despertó las críticas del sector, que temían acusar el hecho de ser la única comunidad española que la aplica, pero al final los reproches se han diluido. Cataluña sigue incrementando las visitas pese a la tasa y, lo más importante, los ingresos por la misma se destinan -repartidos en un 70% que gestiona la Generalitat y el resto, los municipios-, a la promoción turística. Desde el pasado 1 de noviembre, cuando se implantó la tasa, el gobierno catalán lleva recaudados 19 millones de euros.
Otros factores clave que se apuntan desde la Generalitat para entender el éxito son la creación de campañas pioneras y de poco coste -algunas de ellas sirviéndose del gran escaparate de las redes sociales-, o acuerdos entre empresas y la administración.
Privado y público
Entre las primeras, destacan dos campañas realizadas el año pasado. Una consistió en que camiones de transportistas lucieran en la parte posterior de las cajas de sus vehículos publicidad turística. De forma gratuita. Otra campaña consistió en invitar a los «instragrameros» más populares del mundo a visitar Cataluña a cambio de que colgaran en Internet las fotografías de su periplo catalán.
En cuanto a las sinergias entre lo público y lo privado, cabe reseñar, opr ejemplo, los acuerdos entre la Generalitat y empresas como Vueling para promocionar el turismo en países donde la compañía aérea vuela. Esta asociación también se concreta por ejemplo durante el encuentro con operadores internacionales que se organiza anualmente, el «BuyCatalonia». Vueling, como socio del evento, costea los viajes de los operadores a Cataluña.
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