El castellano en Cataluña, más fácil que en el resto de España
Acusan a la Generalitat de aplicar dos varas de medir en las pruebas de castellano y catalán
El castellano en Cataluña, más fácil que en el resto de España
Convivencia Cívica Catalana (CCC) ha elaborado un informe titulado "El doble rasero de las evaluaciones lingüísticas en Cataluña”, sobre los resultados de las pruebas de competencias básicas de los alumnos catalanes presentados la pasada semana por la Consejera catalana de Educación, Irene Rigau.
Esta entidad denuncia una "doble de vara de medir" el conocimiento de castellano y catalán por parte de la Consejería. Aseguran que las pruebas de castellano se diseñan expresamente para ser fáciles para los alumnos con el objetivo de que las puntuaciones salgan artificialmente elevadas y poder afirmar de forma engañosa que con las únicas dos horas a la semana de enseñanza de español de la inmersión se aprende suficientemente esta lengua.
Por el contrario, las pruebas de catalán se diseñan expresamente para ser difíciles con el objetivo de que las puntuaciones salgan artificialmente bajas y poder afirmar que es necesario profundizar en el aprendizaje del catalán porque los alumnos no lo aprenden suficientemente y seguir aplicando la inmersión y la enseñanza solamente en catalán.
El análisis efectuado de las pruebas de competencias básicas concluye que los exámenes de catalán tenían textos más largos, un vocabulario notablemente más complejo y las preguntas efectuadas a los alumnos eran de mayor dificultad que en las pruebas de castellano.
Por ejemplo, el vocabulario utilizado en los textos en catalán era notablemente más dificultoso, pues se utilizaban palabras y expresiones tres veces menos frecuentes para evaluar el nivel de catalán de los alumnos que el de castellano.
A título de ejemplo, alumnos de 12 años debían entender en la prueba de catalán palabras tan inusuales como “metxera”, “muixer”, “samoiede”, "eixordadora", “bagant” o “malamut”.
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