Asesinato de Isabel Carrasco en León
Triana y su madre, cara a cara en la prisión
Las dos imputadas por el asesinato de Isabel Carrasco se han fundido en un abrazo después de ocho días sin verse
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Las dos principales imputadas como supuestas autoras del homicidio de la presidenta de la Diputación de León , Isabel Carrasco , Montserrat Triana Martínez , de 35 años, y su madre, María Montserrat González, de 59, han mantenido esta tarde su primer contacto desde que ... llegaron a la prisión de Mansilla de las Mulas hace ocho días. Según han confirmado a EFE fuentes penitenciarias, el encuentro ha tenido lugar en el módulo 7, donde se encuentra ingresada Montserrat Triana, y ha estado marcado por la emoción de ambas.
Este encuentro se enmarca en el cumplimiento del reglamento penitenciario, que permite a los internos que tengan familiares en la prisión mantener contactos periódicos si se encuentran en módulos diferentes. A madre e hija se les ha aplicado el protocolo de prevención de suicidios, por lo que el encuentro ha estado supervisado en todo momento por los funcionarios de la prisión de Mansilla de las Mulas y bajo los controles de seguridad pertinentes.
Además, ha sido posible porque la jueza que instruye las diligencias, Sonia González, no ha decretado que permanezcan incomunicadas, por lo que la decisión de que estén ingresadas en diferentes módulos se debe exclusivamente a cuestiones penitenciarias. La Policía considera que la investigación por el crimen de la presidenta de la Diputación de León está prácticamente cerrado a la espera de los resultados de las pruebas practicadas y de nuevas diligencias que pudiera ordenar la juez, según han informado a Efe fuentes de la investigación.
Los investigadores entienden que el trabajo de campo está hecho y que existen suficientes pruebas incriminatorias contra María Montserrat González y su hija , y tratan de determinar el grado de implicación de la tercera imputada, la policía local Raquel Gago , de 41 años.
La jueza que instruye las diligencias envió a prisión a Gago el pasado viernes tras una declaración plagada de «incongruencias» y en la que no supo ni pudo justificar cómo llegó el arma homicida a su poder, ni por qué tardó treinta horas en entregarla en comisaría, según dichas fuentes.
Triana y su madre, cara a cara en la prisión
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