Antonio Castro rechaza los «juicios paralelos» contra Clavijo y pide que su situación se resuelva «lo antes posible»

En una entrevista concedida a Europa Press, insiste en que "un imputado no es un condenado" , y además, sostiene que la actuación de Clavijo ha sido "correcta" y "normal" dentro de lo que es la labor de un alcalde.

"No tiene ni ha hecho nada de lucro personal, ni para dañar a nadie, pero está imputado de una serie de presuntos delitos que habrá que ver si son presuntos o no", expone.

Castro apunta que tiene el "apoyo del partido" para seguir adelante con su candidatura electoral, y dice que "seguir o no" dependerá de él mismo, pero aboga porque su imputación se aclare con rapidez porque está en juego su derecho a recibir los votos de los ciudadanos. "No sería ningún privilegio", señala sobre una posible aceleración de su causa judicial, por la que tendrá que declarar el 9 de enero.

Sobre una hipotética candidatura de Paulino Rivero si Clavijo optara por abandonar, afirma que es una situación que no se plantea porque depende principalmente del propio afectado y de la justicia. "El prejuzgar qué pasaría después, no corresponde ahora", comenta.

Para el presidente de la Cámara, "hay que tener cuidado de que cuando se habla de imputado, se haga un juicio de condena, la gente le da un valor enorme a la información que sale en los medios de comunicación, y el ciudadano que se encuentra en la situación que estamos ahora ve que alguien está imputado y ya piensa: '¡Bah, éste ya está!. Y claro, no siempre es así" .

En su opinión, "no se puede condenar" a personas por cosas que a lo mejor "parece que no están bien", y defiende que se tomen decisiones de manera "inmediata" cuando haya sentencias o resoluciones judiciales. Castro dice que hasta el propio término de imputado "suena feo", e incide en que hay muchos imputados que han terminado saliendo absueltos.

Para combatir la corrupción, que es la "principal consecuencia" de la "desafección" de los ciudadanos hacia la política, dice que se ha avanzado "un montón" con la aprobación de las leyes de transparencia, que van a ayudar a que los comportamientos "sean correctos", más allá de los valores de cada persona.

Según Castro, los políticos que practican la corrupción son "una minoría", pero sus efectos entre la sociedad son "fatales" ya que se tiende a "generalizar". "Los políticos tienen un sueldo, unas dietas, y eso no está al alcance de todo el mundo, pero es que los que se dedican a esto tienen que tener un sueldo", afirma.

No obstante, asegura que la solución no viene "echando abajo las instituciones, sino castigando a esas personas, o quitándole el apoyo y la confianza cuando vengan las elecciones", pero tiene claro que los ciudadanos "no van a entenderlo porque tienen necesidades vitales, entonces se reduce la capacidad de análisis", zanja.