Se tambalea La Palma, tradicional bastión en el esquema de poder de CC

Desde la imposición de los candidatos arropados por Antonio Castro Cordobez al comando de CC en La Palma, se ha producido un claro divorcio en las filas de los nacionalistas, que en gran número repudian a la ejecutiva resultante , con la presidente del Cabildo, Guadalupe González Taño, y el consejero regional Juan Ramón Hernández en lo más alto.

Si de algo se ha jactado siempre Antonio Castro ha sido de contar con la fidelidad del voto palmero en el Parlamento de Canarias, pero hoy ya no es así : solo él y Hernández rinden obediencia a la ejecutiva insular, con Rosa Pulido y José Luis Perestelo fuera de control.

Es Perestelo, asiduo caminante de la calle Real, una de las dos voces que canalizan el descontento en CC. Con más tiempo para sus movimientos políticos que sus rivales, el expresidente del cabildo va reuniendo apoyos con su proverbial campechanía.

El otro foco está representado por un grupo de dirigentes que tienen su origen en la antigua ICAN , una expresión de izquierda nacionalista diluida en lo formal, pero de la que es bueno echar mano a la hora de marcar diferencias con la larga supremacía de Castro Cordobez.

Miguel Ángel Pulido, Maeve y Antonio Sanjuán, Alejandro Hernández, aparecen como los referentes de este grupo, que ya ha entablado conversaciones con Nueva Canarias , a través del veterano dirigente grancanario Carmelo Ramírez.

«Dentro de un mes podría haber novedades», aseguran fuentes del partido dirigido por Román Rodríguez, que insisten en que cualquier acuerdo se hará «de abajo arriba» y calculan el impacto que podría tener en CC una fuga de dirigentes de esta magnitud: «El PP quedaría, ante la fisura de CC, como la primera fuerza política en La Palma».

Incluso esta idea se refuerza con una encuesta que circula puertas adentro del partido de Paulino Rivero, que da al PP que capitanea Asier Antona una posición dominante en la isla.

El cabildo, inestable

Aunque hay quienes se oponen a un cambio político a estas alturas de la legislatura, a nadie escapa que la expulsión de los consejeros socialistas del gobierno insular, que ahora queda en minoría para CC, podría desembocar en una moción de censura para desalojar a González Taño.

Solo la mesura y el carácter para algunos timorato de Anselmo Pestana han evitado que los acontecimientos se desencadenen de manera más veloz en busca de un acuerdo del PSOE con el PP que complemente el ya alcanzado en varios municipios.

Sea a través de una censura en el cabildo, sea por una fuga de dirigentes hacia Nueva Canarias, los de Antonio Castro se enfrentan a su hora más difícil , y con ellos toda CC, que si ha tenido una isla bastión siempre ha sido La Palma. Y en esa calle Real de Santa Cruz abundan hoy las voluntades dispuestas a cambiar la historia.