SOCIEDAD
«En Canarias no llueve» o el mito del turista y el buen tiempo
Solo las islas de Lanzarote y Fuerteventura son realmente secas. Hay zonas de cumbres y medianías con precipitaciones que superan la media peninsular. Los microclimas explican este contraste
M. Á. MONTERO
La extendida idea de que en Canarias no llueve, o de que llueve poco (juicio que incluso pueden haberse formado los residentes en determinadas islas o zonas de estas), es en realidad un tópico. Un tópico que quizá obedezca a lo que podría llamarse «el ... mito del turista», cuando menos del turista tipo: aquel que hace de las playas su hábitat en plena canícula y que no suele recorrer otros lugares. Sea como fuere, lo cierto es que la región es territorio de microclimas, de modo que conviven islas y áreas secas con otras eminentemente húmedas. En cualquier caso, «en Canarias sí llueve» .
Así lo asegura el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Canarias, Jesús Agüera, quien explica que aunque el Archipiélago no es una comunidad especialmente lluviosa, sí contiene zonas que lo son, como, sobre todo, el interior de La Palma o de Tenerife. En realidad, las cumbres y medianías de las islas occidentales (Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro) y de Gran Canaria son, por su característico relieve, terreno abonado para precipitaciones, y ello al margen de las borrascas que cada cierto tiempo se instalan en sus cielos. Distinto es, eso sí, lo que ocurre en Lanzarote, Fuerteventura y la mitad sur «de todas las islas», puntualiza Agüera.
El delegado de la Aemet expone que en estas dos islas, las más orientales y cercanas al continente africano, sí podría afirmarse que no llueve. Pero no tanto por su proximidad a África, y, en definitiva, al Sahara y su influencia, como por su nulo relieve, que impide que la nubosidad «se estanque», como sí ocurre en la mitad norte del resto de las islas. De ahí el gran contraste a que daría lugar una comparación de las lluvias en, por ejemplo, Gran Tarajal (al sur de Fuerteventura y de los lugares más secos del país) y La Esperanza, localidad del municipio tinerfeño de El Rosario que bien podría asemejarse a cualquier ciudad lluviosa de la España peninsular.
No en vano, en Canarias «tenemos todas las estaciones» casi todos los días del año, recuerda Agüera, un privilegio al que dan lugar los microclimas. Pero, ¿qué son los microclimas? Pues son los causantes de que el turista aterrice en el aeropuerto de Los Rodeos entre niebla y llovizna y, ya mucho antes de llegar al sur de Tenerife (ni que decir si se desplaza de inmediato a Lanzarote o Fuerteventura), se vea impelido a dejar de lado toda prenda que no sea el bañador.
«Muchos turistas se sorprenden de cómo varía el clima de un lugar a otro», dice el representante de la Aemet, que reconoce que hay «cierto desconocimiento» al respecto. Y es que en Canarias puede pasarse de La Coruña a Almería en solo un puñado de kilómetros.
«En Canarias no llueve» o el mito del turista y el buen tiempo
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete