Aviones «made in» Aragón

En estos momentos, una quincena de compañías aragonesas se dedican total o parcialmente a la fabricación de componentes aeronáuticos. No son muchas, pero sí que su número es significativo. Es un embrión de lo que en el futuro puede convertirse en un subsector industrial a tener muy en cuenta. La mayoría de estas compañías son pequeñas y medianas empresas, en su práctica totalidad de capital cien por cien aragonés. En estos momentos emplean a unas 800 personas .

Durante el último año, mientras el sector industrial en general ha seguido acusando la crisis y destruyendo empleo, las empresas dedicadas a la aeronáutica han aguantado el tirón . No sólo no han perdido, sino que han ganado actividad. Y eso ha permitido consolidar empleos que, de otra forma, no existirían. En Aragón, unos 150 durante el último año.

Pero esto no es flor de un día. Es el fruto de años trabajando por abrirse mercado en este selecto sector industrial y tecnológico. En 2007, cuando ya había una significativa cifra de empresas aragonesas dedicadas a ello, la Comunidad autónoma constituyó el Clúster Aeronáutico Aragonés (AERA) .

Lo integran actualmente 22 socios, entre ellos organismos públicos (Gobierno de Aragón), parques tecnológicos públicos, consultoras y una quincena de empresas industriales dedicadas a la aeronáutica. Algunas sólo trabajan para este sector; otras, combinan la producción de componentes para aviones con otra ramas de actividad industrial, como la de componentes de automoción.

La gerente del clúster, Noelia Sanz, destaca las posibilidades de este mercado: «Es un sector en el que hay mucha competencia, pero también un sector industrial en el que, hoy por hoy, a más demanda de producto que oferta». Y eso traza un e scenario muy halagüeño.

¿Aragón tiene potencial para crecer en esta selectiva industria aeronáutica? Noelia Sanz está convencida de que sí. Pone un dato evidente al respecto: «El gigante europeo Airbus prevé duplicar su producción de flota de aviones en un plazo de entre doce y quince años». Y para conseguir eso hace falta que toda la cadena de fabricación de componentes crezca al mismo ritmo. Va a haber mucha más demanda de producción , y eso es una evidente oportunidad para el crecimiento de las industrias en esta rama.

Además, hay que tener en cuenta que Aragón ocupa una posición geográfica estratégica por su proximidad a Francia. La ciudad francesa de Toulouse es la sede del centro neurálgico de Airbus , del gran fabricante europeo. Allí está la planta de ensamblaje final de los aviones producidos por Airbus. Eso es una oportunidad evidente, pero también es cierto que esa proximidad se enfrenta al problema de las comunicaciones.

El sector aeronáutico aragonés mueve actualmente una cifra de negocio de unos 40 millones de euros. Su dimensión aún es discreta. «Tenemos todavía una baja representatividad en lo que es el sector aeronáutico español», reconoce Noelia Sanz, pero augura un buen futuro.